Son diseños arriesgados. Atrevidos desde la ocurrencia. Se decide primero cómo serán las estructuras y luego comienza un arduo trabajo durante meses en los locales de cada barrio para 'vestirlos'. El Corpus Christi en Villa de Mazo mantiene sus señas de identidad, un arte mezclado con fe donde los arcos siempre en vertical siguen siendo la referencia, aunque se acompañan de los tradicionales pasillos, alfombra, tapiz y descansos elaborados siempre a mano con productos naturales (dátiles, frutos de eucaliptos, trozos de paja, legumbres...).

La principal calle del pueblo es empinada. De piedras. Es un color habitualmente grisáceo que todo lo impregna durante centenares de metros, aunque en el Corpus tiene color, de diferentes tonalidades. Nace en la iglesia de San Blas, en el fondo del casco urbano, y asciende hasta la carretera general. Junto al templo se planta el primer arco. Nadie olvida que desde allí partirá hoy la procesión del Santísimo Sacramento. Será por la tarde. Desde ese punto inicial se unen hasta trece figuras, realizadas por otros tantos barrios, a través de pasillos que ayer todavía estaban de tierra (de picón) y que hoy se recubrirán de flores. También colaboran las escuelas unitarias del municipio, el colegio Princesa Arecida y el instituto del pueblo.

Hasta hace 'poco', apenas unos años, los arcos se levantaban con menor antelación. Con el tiempo justo. Con más agobio. Tampoco es que ahora vayan sobrados de tiempo, pero sí se cuenta con mayor margen que los protagonistas, los vecinos que participan, acaban agradecimiento.

Ayer, maquinaría del ayuntamiento (camiones con grúa) levantaba los elementos más pesados, con la atenta mirada de los que se han dejado tantas horas en los meses previos para que las figuras fueran impactantes. Lo lograron. Se hacen algunas indicaciones para evitar que haya alguna rotura y se respira con alivio, se nota en las caras, cuando cada arco se acaba de clavar sin incidencia alguna. Los curiosos ya se acercan para ver las maniobras. Hasta el proceso para instalación tiene su nota curiosa.

Un vecino recuerda al redactor que el Corpus tuvo sus comienzos en el siglo XVII y fue en la década de los 50 del XX (1954, en concreto) cuando se levantaron por primera vez los arcos. Y tiene razón. En ese fecha nació el Corpus Vertical de Villa de Mazo, una idea que perdura en el tiempo y que goza del reconocimiento de la Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Volviendo al recorrido, la principal calle tiene un par de vías paralelas. En ellas también hay arcos, unidos con pasillos. Llegados a la plaza Pedro Pérez Díaz, el 'corazón' del pueblo, junto al ayuntamiento, se obtiene una panorámica exacta del esfuerzo que han realizado los residentes. Por cierto, un dato que no es baladí, las nuevas generaciones deben unirse al festejo para mantenerlo vivo. No es recomendable dejar las tradiciones exclusivamente para los mayores. En el fondo, también es un acto de convivencia. Son días, semanas, reunidos cada tarde en un mismo local, en el que se estrechan lazos.

Allí, en la plaza, se instalará el arco de mayor tamaño y el siempre impresionante tapiz, que da un toque de mayor elegancia al Corpus y del que ayer no había pistas. Ayer eran los preparativos. Hoy el pueblo (y la fiesta) toca su techo. Todo estará terminado para después de la Solemne Eucaristía, misa que se inicia a las 18.30 horas, que contará con la participación del Coro del Aula de Música de Villa de Mazo y Tijarafe y el Coro Infantil Princesa Arecida. Luego, una hora más tarde, la procesión por el recorrido engalanado.

Será, además, el primer acto de la nueva alcaldesa. Sí, Mazo estrena regidora municipal, la socialista Goretti Pérez Corujo, quien es consciente de que esta celebración "no sería posible sin el trabajo, cariño y empeño que en cada edición los vecinos de cada barrio le ponen a cada una de las obras efímeras". Estarán de pie hasta el domingo, para el disfrute de miles de visitantes. Una cita obligada.