Juanjo Cabrera (PP) tomó posesión este sábado del cargo de alcalde de Santa Cruz de La Palma, después de que su partido hubiera alcanzado un acuerdo con CC. No está firmado, pero sí lo suficientemente avanzado, con reparto de concejalías y las líneas estratégicas de las políticas a desarrollar, como para creer que se firmará en los próximos días, siempre que sus 'jefes' políticos lo acaben autorizando.

Asegurar en política lo que pasará mañana ya es una aventura. La inestabilidad que se respira en Canarias acaba frenando el cierre de acuerdos en los municipios importantes. Y Santa Cruz de La Palma, lo es. Se han permitido pactos en localidades de menor impacto político (léase Villa de Mazo y Villa de Garafía), pero la capital parece, tan solo parece, ir unida al Cabildo.

Aún tomando como referencia esa dependencia de lo que ocurra en otras instituciones, no es menos cierto que entre los equipos de Juanjo Cabrera y Toni Acosta hay un acuerdo cerrado. Cabrera sería el alcalde durante los próximos cuatro años, recuperando el cargo que ya ocupó desde diciembre de 2013 hasta el final de aquella legislatura, mientras que Acosta asumiría Obras y Servicios Públicos durante el mismo período. El reparto del resto de áreas sería equitativo.

La creación de aparcamientos cerca del casco histórico, la apertura de la escuela infantil finalizada desde hace más de dos años, la puesta en marcha del ascensor urbano hasta la Luz o un mejor aprovechamiento de la playa, son proyectos que ambos grupos se plantean como objetivos irrenunciables.

El PP también negoció con el PSOE y el acuerdo también se encuentra avanzado, pero el gesto de los cuatro ediles de CC de votar a Cabrera sin antes cerrar ningún acuerdo ha sido valorado de forma muy positiva por los populares. Si la idea nacionalista era un mayor acercamiento a los populares, lo lograron en la mañana del sábado.

Un acuerdo entre CC y PSOE para una moción de censura a Juanjo Cabrera, que sería la tercera alternativa posible, parece a día de hoy lo más complejo. En la primera reunión entre Elías Castro y Toni Acosta, el candidato socialista dejó claro al nacionalista que no pensaba llegar a un pacto con su grupo y que su prioridad era el PP. Fue directo, cerrando a la vez una puerta a la negociación.

¿Qué falta para que PP y CC firmen lo acordado?, autorización. Tan solo eso. Y ese visto bueno pasa, o esa es la impresión, por lo que ocurra a lo largo de esta semana en el Cabildo, aunque fuentes populares negaron a esta redacción esa valoración: "Lo ocurrido en Santa Cruz de La Palma condiciona las negociaciones en la institución insular, pero no tienen que coincidir los acuerdos. Nadie ha hablado de pactos en cascada. Ya veremos lo que ocurre...".

Las mismas fuentes fueron un poco más allá y recordaron que "la candidata de Coalición Canaria (Nieves Lady Barreto) es presidenta electa, por lo que el día 24 de junio asumirá la Presidencia. Aunque sería recomendable que ocurriera, no tiene que estar cerrado ese día un pacto (que lo estará) de gobierno". "Una cosa sí es evidente, la capital no puede estar tanto tiempo esperando a que el Cabildo de La Palma se decida", sentencian.

La consigna de Génova ha sido clara: no pactar con el Partido Socialista. Y los populares palmeros son respetuosos con el criterio que marca su dirección nacional. Otra cosa distinta es que ante la grave falta de concreción que está existiendo en Canarias, Pablo Casado decida abrir la mano, que ciertamente no lo parece, para permitir que Mariano Hernández sea presidente del Cabildo con el apoyo del grupo que encabeza Anselmo Pestana.