Las obras de urbanización de la Avenida Marítima en Santa Cruz de La Palma afectarán desde mañana a la calzada, en el tramo de vía que discurre desde la rotonda del muelle (antigua Blas Pérez González) hasta la subida del Puente, en una de las zonas viales que cada día registra un mayor nivel de tráfico en toda la Isla.

Hasta la fecha, los trabajos se han desarrollado en la trasera del Cabildo y de la Administración General del Estado, además de afectar al acerado de la zona del césped. Desde este lunes, dos de los cuatro carriles serán inutilizados, por lo que se dispondrá tan solo de un carril en cada sentido. Se verán perjudicados los aparcamientos, el punto de carga eléctrica gratuito instalado frente a la sede de la institución insular y las zonas de carga y descarga.

Los trabajos tienen un plazo de ejecución de ocho meses y se están desarrollando sin que haya finalizado la obra en el extremo norte del casco urbano; es decir, en el entorno de la plaza de La Alameda, con diferentes calles que conectan con la Avenida Marítima sin poder ser utilizadas, por lo que la sensación de estar en una ciudad poco amable, con falta de estacionamientos, se multiplicará durante este periodo. Aunque previsiblemente, merecerá la pena si el resultado es el esperado.

La reforma de este tramo de la avenida tiene por objeto remodelar de forma integral la vía del frente litoral de Santa Cruz de La Palma, que ha mantenido su misma fisonomía durante más de medio siglo.

La vía tendrá cuando acaben las obras un carril para cada sentido; es decir, el mismo espacio vial que ofrecerá a los conductores durante los trabajos, aunque con otra distribución, por lo que se recomienda la utilización de la vía exterior para acceder al casco urbano.

Por el contrario, se verá incrementado el espacio para peatones, las aceras y la carretera se dispondrán al mismo nivel. Se unificarán criterios de mobiliario urbano, además de la actualización de paneles informativos y se mejorarán las instalaciones soterradas.