Ya era de noche. Sobre las 21.30 horas. No había pacto. Nada firmado. No es que no lo quisieran decir, que a veces ocurre, la realidad es que ni ellos mismos sabían qué iba hoy a ocurrir. El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma es el único, ¡y menos mal!, sin acuerdo para gobernar en la Isla. Y a las once de la mañana de hoy se constituye. Sí o sí.

La clave es que los tres candidatos en la capital son unos mandados. Y, para qué mentir, es lógico que lo sean. Sus jefes negociaban el pacto regional que a todo afecta y ellos aquí, en su ciudad, esperaban un mensaje o una llamada para resolver su futuro. No era fácil. No podían firmar lo que les apeteciera o entendieran mejor para la ciudad. Tenían que esperar.

A veces sería mucho más sencillo escribir siendo mago que redactor. Estaría bien adivinar una vez, al menos una, pero como no es el caso es mejor contar lo que ha pasado. Hasta anoche, claro. Juanjo Cabrera (PP), resignado, y Toni Acosta (CC), más ilusionado, pensaron por la mañana que todo estaba hecho. Que Asier Antona sería presidente, Fernando Clavijo vicepresidente... y todo lo demás que usted ya habrá leído.

Mientras, Elías Castro (PSOE) esperaba. Tampoco es que tuviera otro remedio. Un acuerdo para el popular o el socialista con los nacionalistas sería un 'palo' a sus preferencias, pero lo respetarían. Son personas de partido y saben que no es el momento, ahora no, de borrarse de la foto.

A las 7 de la tarde, les llaman. A todos. El pacto regional se atasca. Se rompen incluso las negociaciones en Canarias. "No firmen nada", les tuvieron que decir. Vuelta al principio. El pacto PP-PSOE tampoco estaba autorizado desde Génova. Ante la inestabilidad política cada vez mayor que se había creado, con negociaciones casi televisadas, comienza incluso a sonar el 'run run' de que el PSOE y CC podrían acercar posturas. ¿Complicado? si era el único camino para encontrar una salida...

Que no haya acuerdo tampoco significa que tengan que comenzar de cero. Que aquí el que no corre... Al contrario, lo curioso es que tanto el pacto PP-PSOE como PP-CC en Santa Cruz de La Palma tienen ya hasta reparto de concejalías, en entendimientos que no tienen rúbricas. Sí, está avanzado pero no son efectivos. En el segundo, Juanjo Cabrera ha entrado poco (o nada) o eso al menos es lo que se desprende de sus declaraciones públicas. Su relación con Toni Acosta es mala. En el primer caso, seguramente el más improbable (y ya es riesgo decirlo), existe incluso una visión global de lo que se pretende para la capital. Castro y Cabrera tienen sintonía. Y no lo esconden.

Ahora bien, tal y como estaban anoche las negociaciones, no se puede descartar, aunque parezca una temeridad, que el PSOE asuma la Alcaldía sin tener socio firmado y que luego intente cerrar un pacto. No, tiene razón (usted que lee) en lo que seguramente piensa, no es la alternativa más probable.

En el resto de ayuntamientos de La Palma, hay mayorías absolutas o acuerdos firmados. Y es que el Partido Popular no romperá con el PSOE en Villa de Mazo, ni tampoco lo hará en la Villa de Garafía, pase lo que pase a nivel regional. Sus concejales están conformes con los acuerdos alcanzados y la firma es la firma. En un futuro cercano, ya veremos. Eso sí, Santa Cruz de La Palma es diferente porque también afecta al Cabildo.

No es lo mismo para ninguna de las formaciones políticas distribuir el poder en las dos administraciones de forma conjunta que hacerlo por separado. La capital condiciona. Y no poco. Se puede pedir la Presidencia insular poniendo al socio de alcalde, pero en ningún caso hacerlo tras dejarlo en la oposición. La política.