Patrimonio

‘Diablos y Tarasca’ vuelve a la calle

La Laguna recupera una representación ancestral vinculada al Corpus Christi que incluye danzas rituales, gigantes y cabezudos y figuras alegóricas, con los niños espectadores como protagonistas.

La Laguna

El casco histórico de San Cristóbal de La Laguna brindó en la tarde de ayer el tradicional desfile de Diablos y Tarasca, una cita cargada de simbolismo y patrimonio del municipio y la Ciudad Patrimonio de la Humanidad que se enmarca en la antigua celebración del Corpus Christ de hace siglos.

El recorrido comenzó en la calle Herradores, con una comitiva formada por más de 600 personas caracterizadas de gigantes y cabezudos, diabletes o caballitos de fuego que ofreció sorpresas «visuales y sonoras» a los cientos de espectadores. Lo hicieron a través de danzas rituales, gigantes y cabezudos y figuras alegóricas como el águila, el pelícano, el Ave Fénix y la temida Tarasca, símbolo de la herejía vencida por la fe. Desde La Concepción y por las calles Herradores, Tabares de Cala y vuelta por La Carrera, La Laguna revivió ayer un momento singular.

Durante el desfile de Diablos y Tarasca se relata la batalla entre san Juan y los diablos. Esta recreación también escenifica la división en clases y grupos de la sociedad a través de los diferentes gremios participantes, por lo que plasma una gran alegoría de la estructura social de La Laguna en aquellos años, al alinearla como un desfile en orden piramidal con las distintas agrupaciones sociales. Junto a todos ellos desfilaban en batalla simbólica las encarnaciones del mal (los diablos y la bicha o tarasca) junto a los matachines, gigantes y cabezudos.

Los niños son los protagonistas de este desfile cultural de diablos y tarasca, puesto que cada año son los que reciben los sustos de los diabletes, que no dudaron en burlarse del público congregado.

Este itinerario patrimonial contó con la dirección artística del músico y gestor cultural Benito Cabrera y con el diseño gráfico de Waldemar Estudio Creativo, así como el asesoramiento del catedrático de Historia de América Manuel Hernández. Además, las figuras participantes fueron diseñadas por el escultor Ibrahim Hernández.

Un legado

Uno de los principales propósitos de este acto ha sido adaptar y traer al presente un legado festivo, Diablos y Tarasca, que llegó a suprimirse en el siglo XVIII por su carácter transgresor, pero que se ha recuperado por parte del Ayuntamiento de La Laguna para difundir su memoria y hacer partícipe a la ciudadanía en esta tradición.

Benito Cabrera ha señalado que «nuestra intención no ha sido reproducir el Corpus tal como fue, sino traducirlo al lenguaje cultural y visual de hoy. Se trata de una fiesta coral y abierta, con un fuerte componente simbólico, que permite redescubrir nuestro patrimonio de una forma accesible, emocionante y participativa».

Manuel Hernández destacó que «el Corpus Christi fue durante más de tres siglos la celebración pública más relevante de La Laguna, con una riqueza simbólica que integraba lo religioso, lo popular y lo institucional». El catedrático explicó que «recuperar este legado, desde el respeto a las fuentes y con la sensibilidad actual, es una forma de devolver a la ciudadanía una parte esencial de su patrimonio inmaterial». El historiador también subrayó que «fiestas como esta nos hablan del modo en que las sociedades se representan a sí mismas, construyen valores colectivos y crean lenguajes visuales compartidos».

El concejal de Participación Ciudadana, Fran Hernández, realzó el hecho de que «este desfile es el resultado de un trabajo colectivo y comunitario que refleja la identidad singular de La Laguna» y señaló «a implicación de colectivos culturales, musicales y vecinales como esencial para rescatar una tradición que no solo pertenece al pasado, sino que forma parte de nuestra forma de entender lo común, lo simbólico y lo festivo en el presente». El edil de Patrimonio Histórico, Adolfo Cordobés, reivindicó que «Diablos y Tarasca no es una simple recreación, es una reinterpretación documentada que devuelve al espacio público una fiesta que fue eje vertebrador de la vida lagunera durante siglos».

Este desfile ha sido una realidad gracias al trabajo conjunto de varias áreas del Consistorio, como son Participación Ciudadana, Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico. Entre los colectivos participantes se encontraban Scout Ataman y Scout Aguere 70, Agrupación Folklórica Universitaria (AFU), Danza de cintas de Guamasa, Diabletes de Teguise, A.F. San Borondón y Parranda El Farol, A.F. Arraigo, A.F. Real Hespérides, TROYS (La Troupe), A.C. Meeting Point Teatro, la danza de cintas de Guamasa, la Banda Valle de Guerra, Banda Nivaria de Arafo, Banda del Puerto de la Cruz y Banda San Sebastián de Tejina.

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