Caos de aparcamiento en Los Rodeos: coches en arcenes, en zonas privadas y al borde de huertas

En el camino de San Lázaro, en cualquier rincón de la carretera general del Norte, en aparcamientos privados, en la orilla de huertas, en calles de los alrededores... El problema de estacionamiento derivado de la actividad del Aeropuerto de Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna no cesa e, incluso, se amplía. El asunto ha vuelto a estar de actualidad en los últimos días con el cierre de una explanada de titularidad privada que servía como desahogo para estacionar, mientras que en fechas recientes el presidente de la Asociación de Vecinos de San Lázaro, Andrés Pérez, se quejó en los medios de comunicación y ante el Pleno del Ayuntamiento de La Laguna de que este barrio se ha ido convirtiendo en un aparcamiento del aeropuerto.

Todo ello tiene como origen el volumen de pasajeros (Tenerife Norte recibió en 2024 por primera vez a más viajeros de los que marca su tope: 6,8 millones para un máximo de aforo anual de 6,5) y el deseo de los conductores (ya sean viajeros o personas que van a recoger a familiares) que tratan de evitar el pago en las instalaciones aeroportuarias. Algunos de los efectos del problema se han acrecentado desde que se redujo el límite de parada gratuita en el exterior de la terminal y se puso en marcha el aparcamiento exprés.

Este periódico contactó este jueves con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) en relación a este asunto. A comienzos de 2023, y en relación a las colas que se producían en el arcén de la entrada al aeropuerto, la entidad apuntaba que era consciente de la situación y que la estaba analizando, y señalaba la posibilidad de estacionar en el parking, del que por entonces expresaba que su precio es razonable.

Dos años después, la situación roza por momentos lo caótico. En este escenario, el Consistorio lagunero se ha comprometido a realizar un estudio de impacto del aeropuerto conjuntamente con AENA y a establecer cauces de comunicación con esta entidad.

En el arcén de acceso. La especie de cola en la vía de acceso al aeropuerto sigue siendo la misma o peor que cuando se puso en marcha el aparcamiento exprés. La solución para muchos es parar en el arcén y aguardar al aviso de que ya llegó el pasajero a recoger.

Camino de San Lázaro. Lo anterior es un mal menor en relación a lo que se vive en el barrio de San Lázaro. Andrés Pérez detalla que se suman varios factores: vecinos del camino que se quedan sin un lugar en el que estacionar, aparcamientos de empresas de alquiler de coches que se han trasladado al interior del barrio, vehículos a gran velocidad hacia o desde el aeropuerto para su entrega en hora...

Curva hacia el Camino de La Villa. La prolongación del camino de San Lázaro hacia el cercano barrio del Camino de La Villa también es un reflejo claro de la situación. En las proximidades del Monumento a la Trilladora, los coches aparcan como pueden en los bordes de las huertas y en el arcén, impidiendo en algunos casos que quepan dos coches circulando.

Zona de naves. En la calle que discurre por la zona de naves situada junto a la vía de acceso al Aeropuerto de Tenerife Norte la situación es similar a la anterior, pero en una extensión mayor.

Carretera general. La zona de la carretera general del Norte más próxima al aeródromo también se ha convertido en un parking improvisado. Negocios ven cómo sus aparcamientos son utilizados por coches que permanecen durante días. Más visibles a cualquier hora son los coches aparcados en cualquier rincón de las proximidades del puente que atraviesa hacia la antigua terminal de pasajeros: en el arcén, en terraplenes o hasta en la subida a El Púlpito.

Cierre de explanada. Junto a ese puente está la explanada de lo que fueron locales de ocio nocturno. Se trata de un espacio privado y que en los últimos días ha requerido a quienes tienen allí su vehículo que lo retiren. Y, en ese escenario global, esa situación lógica ha generado hasta malestar en quienes aparcan allí.