Crónicas laguneras

La maldición de Los Rodeos: el accidente aéreo que casi mata a un ministro de Franco

Así quedó el DC-3 tras el accidente en La Esperanza de 1964.

Así quedó el DC-3 tras el accidente en La Esperanza de 1964.

Domingo Medina

Tal día como hoy hace 61 años, el 17 de marzo de 1964, un avión militar DC-3, perteneciente al Ejército del Aire español se estrelló cerca de la plaza de La Esperanza, del municipio de El Rosario, al intentar un aterrizaje nocturno en el aeropuerto de Los Rodeos, en La Laguna.

El avión había despegado llevando a bordo una comitiva oficial que presidía el entonces ministro de Trabajo Jesús Romeo Gorría y venía de una visita del antiguo Sáhara Occidental español. Le acompañaban medios de comunicación nacionales y el ministro se había reunido horas antes del despegue del avión con los pescadores españoles que faenaban en el banco pesquero canario-sahariano.

Al cierre de la edición del periódico EL DÍA, con fecha 17 de marzo de 1964, se publicaba lo siguiente: «Sufre un accidente el avión en que hacía viaje el ministro de trabajo. Romero Gorría resultó herido leve. El aparato se estrelló a unos 500 metros del Ayuntamiento de La Esperanza, en un lugar conocido como Hoya Núñez. Tres tripulantes murieron y otros dos resultaron gravemente heridos». El vuelo hasta la aproximación a Tenerife había transcurrido sin novedad, con las oportunas comunicaciones por radio.

Los hechos

En aquel momento, el aeropuerto de Los Rodeos tenía como únicas ayudas a la navegación aérea el Faro de la Montaña de San Roque, con indicativo LD, que señalizaba la ubicación del aeropuerto y una radiobaliza situada a unos mil metros de la cabecera 30.

En la maniobra de aproximación, el avión se desvió hacia el suroeste y sobrevoló a baja altura el pueblo de La Esperanza, a unos cuatro kilómetros del aeropuerto de Los Rodeos. Después de rozar las copas de algunos árboles, el avión se estrelló muy cerca de la plaza principal, impactando contra el suelo el ala derecha y empotrando el morro en la tierra. Eran las dos de la madrugada del martes día 17.

Nueve heridos fueron trasladados en diferentes coches por los vecinos que se acercaron al lugar del accidente a la Casa de Socorro de La Laguna, siendo asistidos de inmediato. Dos de ellos estaban muy graves y el resto de carácter leve. El ministro de Trabajo presentaba un pequeño hematoma.

Uno de los heridos muy graves sufrió una herida contusa en la cabeza, con fractura de la base del cráneo. El otro herido grave presentaba también heridas en la cabeza, antebrazo y piernas, y conmoción cerebral. Ambos fueron trasladados en la ambulancia del Centro Médico de La Laguna al Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife.

Primeros auxilios

Esa noche prestaba servicios médicos el doctor Maestre Navas, auxiliado por el practicante Peraza. Inmediatamente después de conocerse el hecho, se presentaron espontáneamente, dadas las cercanías de sus domicilios y al conocer la magnitud del accidente, a la citada Casa de Socorro lagunera los doctores Escolástico Aguiar, Enrique González, Jaime Ramos, José Escribano y el practicante Victoriano Ríos.

Murieron en el acto el comandante piloto Eduardo Romero Baltasar, el capitán piloto Manuel López Pascual y el sargento primero radiotelegrafista Juan Pablo Fernández. El sargento mecánico Saturnino Ignacio Lecuona falleció en el Hospital Militar unas horas después de haber ingresado. El resto de los pasajeros sufrieron heridas leves, entre ellos, periodistas de ABC, Pueblo, Ya, El Alcázar y Madrid, y un representante de la emisora de Televisión Española en Canarias.

Casualmente el día 16, un día antes del accidente, el ministro de Hacienda, Navarro Rubio, que se encontraba de vista oficial en Tenerife, anunció que su departamento facilitaría los fondos necesarios para mejoras en el Aeropuerto de Los Rodeos.

Tres de los cadáveres fueron trasladados para la realización de la autopsia al cementerio de San Juan de La Laguna. Una vez finalizadas las mismas, junto al otro fallecido, fueron llevados a la capilla ardiente instalada en la Sala de Banderas del Aeropuerto Militar de Los Rodeos, desde donde un avión DC-4, procedente de la base aérea de Getafe, trasladó a Madrid los restos mortales de los cuatro militares del Ejército del Aire muertos en acto de servicio.

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