Lo que los ojos no ven

Las Casas Capitulares

Entrada por el interior de la Catedral a Las Casas Capitulares.

Entrada por el interior de la Catedral a Las Casas Capitulares. / MARI CRUZ DEL CASTILLO REMIRO

Domingo Medina

Hoy visitamos, a través de las páginas del periódico EL DÍA, un edificio singular y quizás desconocido para muchos, al menos en cuanto a su uso. Al finalizar la calle que La Laguna dedica a los hermanos Bencomo, justo donde comienza la plaza de Los Remedios (Catedral), nos encontramos con una amplia edificación de estilo tradicional canario, de dos plantas de altura. En la primera está la puerta principal, con dos ventanales a ambos lados, y a continuación, a la derecha y a la izquierda, otras dos puertas. En la parte superior, los cinco ventanales colocados de forma simétrica le aportan a la fachada una gran vistosidad. Tanto las puertas como los ventanales están rodeados de una cenefa en piedra.

Las Casas Capitulares es el lugar de reunión del Cabildo Catedral, órgano de gobierno de una Diócesis que preside el obispo y que está constituido por un deán y distintas dignidades. En San Cristóbal de La Laguna, el primer deán de la Catedral, Pedro Bencomo, comenzó las obras para disponer de un lugar apropiado para la celebración de los Capítulos, instalación de las distintas oficinas que deberían de funcionar con la creación de la nueva Diócesis en 1819. Para ello se compraron dos casas ruinosas, contiguas a la Catedral. Una vez realizadas las obras y terminadas en 1824, con un presupuesto de 9.711 pesos, y se incluyeron en esta cantidad los adornos de la sala de reunión, comenzó la actividad propia del Cabildo Catedral.

Tras la creación de la Diócesis, se vio la necesidad de que una imagen de Cristo presidiera la Sala Capitular. En principio, el deán planteó que se encargara la obra a un imaginero sevillano. Posteriormente se desechó esta propuesta y se decidió que el escultor orotavense Fernando Estévez la ejecutara. El Santísimo Cristo de la Sala Capitular es conocido como Cristo del Amor Misericordioso, nombre que recibe por la inscripción que figuraba en el retablo. Actualmente esta imagen procesiona, junto a su cofradía, el Lunes Santo de la Semana Santa lagunera.

Las Casas Capitulares

Las Casas Capitulares

Acceso desde la Catedral

También se accede a Las Casas Capitulares desde el interior de la Catedral, a través de una puerta que está muy cerca del cuadro de Ánimas de la parroquia de Los Remedios, obra esta que sobresale entre las que se encuentran en las parroquias de las islas. La obra de arte fue calificada por Martín González como «opus magnum de nuestra pintura». «Suma a aquellos atractivos el ser obra de Cristóbal Hernández de Quintana, el pintor canario más notable del pleno barroco (Carlos Rodríguez Morales)».

Consagrada la parroquia de Los Remedios como nueva Catedral el 21 de diciembre de 1819, se iniciaron una serie de obras que duraron de 1820 a 1825, se edificaron las Casas Capitulares, se pavimentó la nave central con losas de mármol y se construyó el coro. En los dos salones de la planta baja de la Casa Capitular, uno era el lugar donde se reunían los beneficiados y en el otro los canónigos. A la derecha de la entrada, un lienzo de la Sagrada Familia colgaba de la pared. La sala de los canónigos tiene un cuadro antiguo de la virgen. En la planta alta está la biblioteca, instalada desde 1834, y formada principalmente por libros donados por los hermanos Bencomo. Al lado está la Sala Capitular, donde se conservaban los retratos de los benefactores y de los obispos de la Diócesis, actualmente algunos de estos cuadros están en el museo sacro.

Cabe señalar el retrato del rey Fernando VII y del arzobispo Cristóbal Bencomo son del pintor de cámara Luis de la Cruz (1776-1853), pagados en el momento de su realización y con un costo de 2.000 reales cada uno. Los marcos son obra de Fernando Estévez. El del deán Pedro Bencomo y el del marqués de Villanueva del Prado son obras de Juan Abreu; el obispo Judas José Romo, arzobispo de Sevilla y cardenal, obra de Juan Bautista Miranda de Santa Cruz de Tenerife; y el obispo Vicente Román y Linares, obra de José Domínguez Bécquer, de Sevilla (1810-1841). Algunas de estas obras se encuentran actualmente en el museo.

El Cristo Predicador, imagen de vestir que solía estar en esta misma sala, es una talla del pintor y escultor lagunero José Rodríguez de la Oliva (1695-1777). Se trata de una obra de las más antiguas de este imaginero. Pertenecía antiguamente a la Cofradía del Carmen y salía junto a la Magdalena en la procesión del Domingo de Ramos. Actualmente procesiona con la nueva cofradía del Cristo Predicador en el día de la entrada en Jerusalén, formada por niños y niñas vestidos como hebreos.

El Museo de los Iconos, que contiene la mayor colección de esta técnica del arte bizantino en España, con 160 piezas originales de unos 300 años de antigüedad, que provienen de países como Rusia, Rumanía, la antigua Yugoslavia, Italia y Grecia, fue inaugurado el 15 de mayo del 2003 tras haber sido restaurados los cuadros con un novedoso producto que elimina la carcoma, ya que algunas de las piezas presentaban un estado de gran deterioro. Esta colección se ha ido formando a través de donaciones de particulares.

Cerradas al público

Actualmente, Las Casas Capitulares de la Catedral de Los Remedios de La Laguna están cerradas al público debido a las obras de reforma del templo que se vienen realizando en distintas fases, en las citadas obras se contemplan para este espacio una sala de autoridades, biblioteca y archivo histórico, aula de consulta y sede de la Asociación de Amigos de la Catedral.

Recientemente se ha rehabilitado una casa tradicional canaria que está junto a Las Casas Capitulares, en la calle Bencomo, con el objeto de trasladar el tesoro de la sala de exposiciones permanente. En la sala actual se pueden apreciar 250 valiosas piezas de uso suntuario, plata y tejidos, que pretende rescatar con un fin de exposición, la que ya existía en la Catedral antes del cierre de las obras de la última reforma. n

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