El obispo Bernardo Álvarez renuncia al cargo y su continuidad queda en manos del Papa

El obispo de Tenerife comunica al Vaticano que finaliza su labor al cumplir 75 años 

Seguirá como prelado nivariense hasta el pronunciamiento de la Santa Sede

Álvarez, en la celebración de Santiago Apóstol en Santa Cruz, el pasado jueves.

Álvarez, en la celebración de Santiago Apóstol en Santa Cruz, el pasado jueves. / Andrés Gutiérrez

D. Ramos

La Laguna

El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ya ha presentado al Vaticano su renuncia al cargo. Así lo confirmaron este lunes fuentes oficiales del Obispado de Tenerife, que precisaron que la comunicación para concluir su labor como prelado la realizó «hace unos días» y que ahora queda a la espera de lo que determine la Santa Sede. Hasta que llegue ese pronunciamiento, Álvarez continuará como obispo ordinario, no así como emérito u otras fórmulas.

Como se recordará, la renuncia de los obispos a los 75 años es preceptiva, y Bernardo Álvarez cumplió este lunes esa edad. «Al obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias», recoge el artículo 401.1 del Código de Derecho Canónico, que contiene el conjunto de las normas jurídicas de la Iglesia.

Así las cosas, caben dos escenarios: que el Vaticano acepte la renuncia o no lo haga. Todas las fuentes consultadas dan por hecho lo primero, que, a su vez, abriría un escenario con varias posibilidades, que pasan fundamentalmente por el nombramiento de un obispo foráneo o de uno local. No obstante, conocedores de este proceso han venido apuntando en los últimos meses que caben otras vías, aunque más complejas, para la gestión del Obispado.

La página de Facebook de esta entidad religiosa publicó la celebración en los últimos días de una comida privada del todavía obispo con sacerdotes en la Residencia Sacerdotal San Juan de Ávila. Allí Álvarez recibió una placa de agradecimiento «por haber hecho de su episcopado entre nosotros un permanente servicio de entrega a esta comunidad nivariense». Se trata de un regalo que suena a fin de etapa.

Bernardo Álvarez (Breña Alta, La Palma; 29 de julio de 1949) fue nombrado obispo el 29 de junio de 2005 y recibió la ordenación episcopal el 4 de septiembre de 2005 en la Catedral de La Laguna (que por entonces tenía su sede en la parroquia de La Concepción). Era el inicio de una etapa no exenta de polémica.

Según los datos que sobre él aparecen en la web de la Conferencia Episcopal Española (CEE), realizó el Bachiller Elemental y Superior, «con sus respectivas reválidas», en Santa Cruz de La Palma, y finalizó esos estudios en 1967. «Inició los estudios de arquitecto técnico (aparejador) en 1967 en La Laguna, que abandonó para ingresar en el Seminario Diocesano de Tenerife en octubre de 1969», apuntan.

La web añade que realizó los Estudios Eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Tenerife, que concluyó en junio de 1976, año en el que también recibió la ordenación sacerdotal. En junio 1987, tras el correspondiente examen, recibió el título de Bachiller en Teología por la Facultad de Teología del Norte de España-Sede de Burgos. Después, estudió Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, desde 1992 a 1994, y adquirió el título de Licenciado en Teología Dogmática.

«Ha sido párroco en cuatro destinos diferentes durante 11 años (desde octubre de 1976, a octubre de 1987)», agrega la CEE. En concreto, comenzó en La Gomera, en La Encarnación y San Marcos Evangelista, de 1976 a 1980. 

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