Las Peras: santuario atlético y un paseo con más de dos siglos de historia en La Laguna

El espacio fue la primera propuesta de alameda pública de Canarias y de lugar de esparcimiento fuera del casco lagunero

Su futuro es hoy objeto de polémica

Varios corredores en el camino de Las Peras, este viernes.

Varios corredores en el camino de Las Peras, este viernes. / Andrés Gutiérrez

D. Ramos

La Laguna

El anuncio del Ayuntamiento de La Laguna de que un tramo de la calle Concepción Salazar será de doble sentido ha caldeado los ánimos entre los usuarios del camino de Las Peras. Este enclave de deporte y paseo encierra una historia que supera los 200 años. El experto en atletismo canario Ricardo Fajardo apunta que los corredores utilizan la zona de forma continuada desde hace al menos medio siglo.

El camino de Las Peras como zona arbolada y de esparcimiento dio sus primeros pasos a finales del siglo XVIII. Fue un proyecto complejo, innovador en aquella época y no exento de dificultades. Así se desprende del trabajo Aproximación histórica al paisaje vegetal del Camino de Las Peras (La Laguna, Tenerife), publicado en 2012 por Antonio García Gallo y Francesco Salomone en el número 56 del Anuario de Estudios Canarios. El artículo pone de relieve que constituyó «la primera propuesta de alameda pública de las Islas Canarias y la primera iniciativa de creación de un lugar de asueto fuera del casco histórico de la ciudad».

Ese espacio, que se consolidaría con el transcurrir del tiempo como lugar de paseo y también para la práctica del atletismo, mira hoy al futuro con incertidumbre. El Ayuntamiento de La Laguna, ante los problemas de tráfico en la zona, ha anunciado que hará de doble sentido un tramo de la calle Concepción Salazar –perpendicular a Las Peras– para facilitar la conexión a la Vía de Ronda. En concreto, tendrá dos direcciones la franja que discurre entre la calle La Rúa y el camino de Las Peras. Este tramo ya atraviesa en la actualidad la senda deportiva, pero con un volumen de tráfico relativamente reducido, dado que por allí solo circulan los vehículos procedentes del barrio de El Bronco y la zona de La Rúa. Esa situación previa era ya suficiente para que la convivencia entre peatones y conductores no fuese siempre sencilla. En cambio, el nuevo escenario que se ha planteado supone unir a lo anterior el tráfico que busca tomar la Vía de Ronda desde la zona del camino de Las Peras.

Aumento de tráfico

Las reacciones no se han hecho esperar. Y es que lo que se prevé es un nivel de coches tal que la senda deportiva quedará definitivamente partida en dos. Un cartel en tamaño A3 cuelga desde hace algunos días en una valla de la zona. «Aviso: ¡adiós a los miles en Las Peras!», reza en referencia a que una vuelta completa al circuito es de un kilómetro. «¡Corredores del mundo, uníos!», añade. Los atributos del enclave (arbolado, cercano a la ciudad, con posibilidades de aparcamiento, junto al parque Pedro González-La Vega o con una zona de aparatos biosaludables) llevan a que cada día acudan hasta allí cientos de personas, desde quienes pasean hasta atletas de reconocido prestigio en el ámbito local.

En una estimación conservadora, la zona acumula medio siglo de práctica deportiva. «El atletismo no era un deporte muy de moda en los años 50 del siglo pasado, pero sí tuvo cierta relevancia en esa época. Un uso más continuado y más multitudinario se puede venir dando desde los 70-80, por lo que estamos hablando ya de unos 50 años». Lo anterior lo explica uno de los principales expertos en la historia del atletismo canario, como es Ricardo Fajardo. Presidente del Club Atletismo Santa Cruz, técnico superior deportivo y entrenador nacional, detalló este viernes que el espacio es utilizado tanto por atletas federados como por corredores ocasionales o practicantes de otras disciplinas deportivas que recurren a la carrera para su preparación física.

Unas personas pasean por el Camino de las Peras.

Unas personas pasean por el camino de las Peras. / Andrés Gutiérrez

¿Y cómo ve el cambio viario? Fajardo lo tiene claro: «Yo creo que deben primar los lugares como este porque La Laguna cuenta con muy pocos espacios deportivos abiertos al público en general». Y prosiguió: «Sí que hay instalaciones donde los deportistas pueden ir, pero federados, previo pago o con algún tipo de requerimiento; sin embargo, cualquier persona puede acudir a Las Peras. Se perdería un espacio abierto que está ocupado desde primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche».

En el caso de Ricardo Fajardo convergen la faceta de usuario de Las Peras –«desde los años 80», precisó– con la de vecino del entorno. «Vivo en la calle Primavera [junto a la calle Pista Militar], por lo que me beneficiaría de alguna manera poder acceder por ahí», expuso. «Pero analizo los dos aspectos y considero que no compensa deteriorar Las Peras para el beneficio que supondría. No lo acabo de ver, no me convence...», reflexionó este profesor de instituto de profesión y doctor en Antropología.

Malestar de los corredores

Al pulsar el sentir de los corredores, las opiniones pasan por el enfado. «Me parece alucinante. Tanto que dicen de usar el transporte público, de llevar una vida saludable… y resulta que un sitio al que viene la gente a practicar deporte quieren estropearlo para que pasen continuamente los coches por el medio», expresaba este viernes una deportista que se encontraba en el lugar. Más molesto, si cabe, se mostró David Mesa, un habitual de este espacio. «Lo que van a hacer es destrozar el camino de Las Peras», manifestó rotundo. «¿Para qué queremos más asfalto en un lugar como la Vega Lagunera?», se preguntó. «Tengo 57 años y llevo viniendo aquí desde hace más de 40. De niño venía a coger papas con mi padre en unas huertas por aquí y mi abuela vivía en la calle Madre del Agua», rememoró.

El ya referido artículo Aproximación histórica al paisaje vegetal del Camino de Las Peras (La Laguna, Tenerife) realiza un recorrido por la historia del enclave y de su vegetación. «En la actualidad, este camino se ha convertido en uno de los espacios de ocio y residenciales más importantes de La Laguna, nexo de unión a su vez con varios lugares de interés, como son el parque de La Vega, el parque deportivo, Los Lavaderos y la plaza del Cristo», apuntan en el texto Antonio García Gallo y Francesco Salomone, profesor de Botánica de la Universidad de La Laguna y doctor ingeniero agrónomo, respectivamente.

Un proyecto de 1780

«En este lugar se llegaron a proyectar y hasta ejecutar, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, tres proyectos de alamedas con el fin de dotar a La Laguna de un espacio de paseo, siguiendo la expresión urbana de la época en otras ciudades, para el disfrute fundamentalmente de su burguesía», indican García y Salomone citando a Carmen Gloria Calero. El primer proyecto data de 1780. «Para llevar a cabo esta obra, que iba a recibir el nombre de Alameda del Prado de La Laguna o Alameda del Tanque Grande (en alusión al gran depósito de recogida de aguas que se situaba en este lugar), se explana el lugar, se trazan las calles (dos laterales y una central más grande y elevada), se abren las zanjas para plantar los árboles y se construye un gran asiento al final del paseo, en la cancela, conocido como el canapé grande (posteriormente se procede a la construcción de otros asientos o canapés laterales)», recoge el artículo.

Otro dato llamativo con el que dieron los autores fue con que en el primer tomo de la obra de Philip Barker Webb y Sabin Berthelot, Histoire naturelle des Îles Canaries (Miscellanées Canariennes. Planches), editada en París en 1839, aparece un grabado de J. J. Williams denominado Vue de la vallée de La Laguna prise du Tanque-Grande, en el que figura el entorno de Las Peras. Hoy, y a pesar del paso del tiempo, la zona conserva «el trazado original de las alamedas proyectadas, es decir, una calle central ancha y elevada (hoy carretera as­faltada) y dos laterales más estrechas de tierra, a nivel más bajo».

El Ayuntamiento insiste en la idea

El grupo de gobierno del Ayuntamiento de La Laguna envió en la tarde-noche de este viernes una aclaración ante la creciente polémica y la posibilidad de una protesta. El Consistorio lagunero sostuvo que el trazado de la senda deportiva no variará. «Solo que la circulación será en doble sentido», añadió. «Los peatones seguirán teniendo preferencia en el cruce», defendió. «Llegado el momento, el Ayuntamiento tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad vial en la zona, ya sea mediante reductores de velocidad o cuantas actuaciones se estimen oportunas», afirmó.

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