La plaza del Cristo se convirtió en la tarde de este miércoles en escenario de un espectáculo accesible para todos, con independencia de discapacidades y problemas de diversa índole. La segunda edición de la Verbena Inclusiva contó con diferentes actividades como pasacalles, animación y música, además de un punto naranja de información con distintos recursos, intérpretes de lengua de signos y personal para asistir en el manejo de las herramientas disponibles.
Uno de los instrumentos estrella de la verbena inclusiva es la mochila sensitiva. «Este material cuenta con tecnología de vanguardia y permite, gracias a las vibraciones, percibir la música y los sonidos a aquellas personas que padecen una pérdida auditiva severa», indicaron desde el Ayuntamiento. «Estas mochilas no impiden a los asistentes moverse de manera libre, por lo que resultan muy cómodas y permiten a las personas que las usan elevar su experiencia de forma exponencial», añadieron.
La verbena, además, contó con un espacio reservado sin barreras para las personas que presentan alguna discapacidad física. «Esto ha permitido a aquellos asistentes que utilizan sillas de ruedas disponer de un espacio acorde en el que han podido disfrutar del espectáculo y sentirse completamente integrados e integradas con la música», destacaron desde la institución local.
La concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna, María Cruz, apuntó en los últimos días que para el área que dirige es muy importante mantener «este acontecimiento único en Canarias en el programa de las fiestas del Cristo, porque permite incluir, de manera activa, a colectivos de personas discapacitadas en unas fiestas que son ya muy diversas con eventos pensados para todos los públicos». Además, la concejala añade que «permitir que cualquier persona, independientemente de su capacidad intelectual o física, pueda disfrutar del ocio del municipio, es otro atractivo más que nos coloca como referente a nivel regional e incluso nacional», concluye la edil.
La jornada de este miércoles estaba previsto que se cerrara con el Festival Vientos del Atlántico, que en esta primera edición iba a contar con las actuaciones de Omar Acosta, Luis A. Pedraza y Vientos del Salmor. Se trata de tres músicos especializados en los instrumentos de viento.