El día grande de La Laguna estuvo marcado ayer por la inestabilidad meteorológica. Desde por la mañana sobrevoló la posibilidad de suspender los actos, una vez que la lluvia hizo acto de presencia y se convirtió en protagonista durante la misa solemne en la Catedral. Llovía y se despejaba; un par de gotas más y unos cuantos rayos de sol. Así transcurrían los prolegómenos de la procesión por las calles laguneras. Pero las precipitaciones dieron una tregua cuando el Crucificado Moreno iba a salir a la calle. El desfile se desarrolló hasta la plaza del Cristo con un ritmo más ágil de lo habitual para evitar contratiempos y con miles de espectadores.

Se podría decir que fue una mañana doblemente a paso ligero. Por un lado, por la rapidez del traslado y, por otro, por la tradicional presencia del ejército y su desfile. La representación real recayó en el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez. Era la segunda vez que la asumía (ya lo había hecho en 2019). «Tengo que decir que en aquel momento no tuve la misma sensación que ahora», expresó. «Será por no tener esa cierta experiencia que tiene uno actualmente y con la que te das cuenta del enorme orgullo y responsabilidad añadida de representar a su majestad el rey. Es muy bonito, muy emocionante y, sinceramente, desde esta mañana estoy viviendo un sueño», manifestó.

Tradición y fervor en un día del Cristo marcado por la lluvia

Los actos arrancaron a las 10:00 horas con la procesión cívico-militar entre el Ayuntamiento y la plaza de la Catedral. Nutrida representación de miembros de las distintas instituciones. Tras las pasadas elecciones, era la primera vez que algunos de ellos participaban en el acto. Es el caso del concejal lagunero de Fiestas y Cultura, Dailos González, que, al ser el más joven de la corporación lagunera, portaba el Pendón Real.

Lo habitual es que en los laterales del Pendón, portando las borlas de este, desfilen un concejal de Santa Cruz y un militar. Estaba el segundo, pero no el edil capitalino. Según explicaron desde el Ayuntamiento de La Laguna, Santa Cruz se excusó e indicó que no iba a poder acudir un representante porque se celebraba durante la mañana una comisión de control y un pleno extraordinario. Su lugar lo ocupó una concejala de Coalición Canaria en Aguere: Estefanía Díaz.

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Día Grande del Cristo de La Laguna 2023

Se veía ya desde entonces que se trataba de una mañana gris y que nada tenía que ver con esos días de sol espléndido que a menudo marcan el día del Cristo. El primer teniente de alcalde, Badel Albelo, esperó con el bastón de mando a la llegada del representante real. Se desarrolló a partir de ahí el guion de estos casos, con el himno nacional, los honores de ordenanza, el paso de revista a las tropas y los honores a la bandera.

El esclavo mayor de la Esclavitud del Cristo de La Laguna, Francisco Túbal Morales, le hizo entrega a Luis Yeray Gutiérrez del bastón de plata de esta hermandad a las puertas de la Catedral, tras lo que comenzó la celebración eucarística, que presidió el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, y en la que se encargó de la homilía el nuncio apostólico en España, Bernardito Cleopas. Este religioso comenzó su intervención enviando un saludo de parte del papa Francisco y desarrolló un discurso en clave religiosa.

Tradición y fervor en un día del Cristo marcado por la lluvia

Mientras tanto, por fuera del templo, y pese a la lluvia que iba y venía, se respiraba un ambiente festivo y de fecha marcada para muchos vecinos de otros municipios que visitan en este día la Ciudad de los Adelantados. El exterior del templo se iba llenando a medida que se acercaba el final de la misa y el comienzo de la Procesión del Retorno. «Desde hace un par de días decidí venir. Hoy estoy librando en el trabajo y vine a pasar la mañana con mi familia», explicó Carmen Hernández, de 49 años y residente en la avenida de La Trinidad. «Yo he sido toda la vida de La Laguna, pero he participado más o menos en este tipo de actos en función de las obligaciones que tiene uno en cada época», apuntó.

«Yo vengo sobre todo porque he venido siempre, pero también por fe al Cristo de La Laguna», apuntó otro de tantos espectadores que esperaban por fuera del templo. «Hoy es el día grande de La Laguna, un día para salir, dar una vuelta, ver las procesiones, saludar a gente a la que hace tiempo que uno no ve…», indicó sobre uno de los aspectos que marcan la esencia tanto de esta como de otras muchas fiestas populares.

Tradición y fervor en un día del Cristo marcado por la lluvia

Finalizada la misa, y ya a punto de comenzar el desfile, el edil de Fiestas y Cultura, Dailos González, reconocía haber sentido algunos nervios al principio de la procesión cívico-militar por la responsabilidad que suponía. Por su parte, Luis Yeray Gutiérrez expresó que este es «un día muy emotivo» en el municipio, así como «identidad de nuestro pueblo».

Quedaba la procesión nocturna. Pero este último acto no se pudo celebrar. La misa previa pasó del atrio al interior del Santuario. La Junta de Gobierno de la Esclavitud, dada la inestabilidad que se mantuvo todo el día, tomó la decisión de suspender el desfile, mientras que el Ayuntamiento adelantó la exhibición pirotécnica a las 23:00 horas.