La escultura sobre las carreras de barcos de Valle Jiménez costará 59.800 euros

El conjunto escultórico homenajeando a las carreras de barcos de Valle Jiménez sigue dando pasos y ya ha sido publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público. Se trata de un proyecto sobre el que el Ayuntamiento de La Laguna anunció en julio del pasado año que iba a pedir autorización al Cabildo de Tenerife para colocar la obra en la rotonda de la carretera insular TF-111 como homenaje a la celebración. Su coste está previsto en 59.800 euros.

Según los datos aportados por el Consistorio lagunero, es una iniciativa de los vecinos de Valle Jiménez, «que habían solicitado tener el monumento en la rotonda de acceso al pueblo». El encargo será sufragado por el Área de Cultura, después de que la Junta de Gobierno Local haya aprobado el expediente de crédito y ahora se pedirá el trabajo al escultor. «Una vez hecho el encargo, este calcula que la obra le llevará unos tres meses en realizarse», detalló la institución local.

La idea es que la pieza cuente con dos bueyes o vacas en actitud de correr y tirando del barco. Se remata por una persona en la parte frontal guiando a los animales. Todo ello en torno a una tradición muy arraigada en la zona. Valle Jiménez ha celebrado históricamente fiestas en honor de la Virgen de Fátima en el mes de septiembre, con actos religiosos y populares entre los que destacan exposiciones, la feria de ganado y los juegos y deportes tradicionales canarios, así como el paseo de barcos por las calles, recoge la información facilitada desde el Ayuntamiento de La Laguna.

«Las carreras de barcos son competiciones realizadas con carretas decoradas como veleros, típicas de muchas celebraciones de la Isla, al menos desde finales del siglo XVII, generalmente en torno a una ermita o cruz y a gran velocidad, habiendo una variante infantil con reproducciones de los barcos, que son arrastrados por personas», detalla el Consistorio sobre este tipo de actos.

Detrás hay una manifestación ya lúdica, como son las denominadas libreas, con sus simbólicas batallas o desfiles de naves que se dan en las islas al menos desde el siglo XVII. «Hasta la fecha no se han incorporado a la dinámica de promoción institucional de los años 80 y 90, que ha beneficiado a otras prácticas deportivas tradicionales, conservándose espontáneamente en unos pocos puntos de la geografía de la isla de Tenerife», añaden.

Los barcos han conseguido gran popularidad no solo en Valle Jiménez, sino en diferentes romerías. Estos «iniciaron su singladura con motivo de las celebraciones en honor de Nuestra Señora de Los Remedios, en la ciudad de La Laguna». Desde el Ayuntamiento también se pone de relieve que, actualmente, los barcos se limitan a acompañar al santo festejado, salvo en Valle Jiménez y en Valle Tabares, que continúan las carreras y los piques entre los propietarios de bueyes. «En su origen estuvieron acompañados de un boato que hacía las delicias de los participantes y espectadores», se indica. Prueba de ello es la descripción que de las fiestas de Las Mercedes, en La Laguna, hizo Elizabeth Murray en el siglo XIX.

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