Un desfile multitudinario recorrió en la mañana de este miércoles el casco histórico de La Laguna y sorprendió a muchos viandantes. Más de 5.000 personas, según las cifras aportadas por el Ayuntamiento, unieron las plazas de La Concepción y del Cristo en una nueva edición de la Sardina de la Inclusión, una iniciativa que ha conseguido consolidarse como acción y, en particular, vinculada a La Laguna. Se trata de un proyecto en el que participan numerosos colectivos, en muchos casos relacionados con la discapacidad, y que busca promover el ocio adaptado y accesible y dar visibilidad a los problemas de estas entidades.
El acto estuvo marcado, además de por la afluencia, por la batucada y el colorido. Disfraces de toda clase, un grupo de mayores representando la Estatua de la Libertad, gigantes, trajes realizados a mano... A la hora marcada para el comienzo, las 11:00, ya la comitiva había avanzado por la calle de La Carrera y sonaban los tambores en esta vía y se escuchaban desde las calles aledañas. «¿Qué es? ¿Por qué hay tanta gente? ¿Los carnavales no se acabaron ya?», preguntaba un transeúnte desconcertado con la iniciativa.
Apedeca, Sumas, Probosco, Asmipuerto, Apreme, Atelsam, Amisur... son solo algunos de los 75 colectivos presentes en la cita. «Hay casi 4.000 personas representando a multitud de entidades», expresaba el concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, al inicio del acto. Sin embargo, y en una nota de prensa enviada una vez concluido, la cifra fue elevada a más de 5.000. «Es un desborde de alegría, ilusión, reivindicación...», dijo el edil de Unidas cuando el desfile calentaba motores, e indicó que este impulsa una «sociedad más inclusiva y accesible».
«Me parece bien. Se ve que los chicos se están divirtiendo y eso es lo más importante de todo», manifestaba Luisa González, que caminaba a esa hora por el centro lagunero. «Yo veo demasiada gente a una hora de tanta actividad, pero hay que reconocer que está bien y divertido», señaló Francisco Díaz, otro vecino. Desde el Consistorio expusieron que, «tras dos años marcados por una pandemia con consecuencias especialmente difíciles para las personas con discapacidad», esta es «una fiesta carnavalera libre de barreras», y agregó en una nota que participaron «personas venidas de toda la Isla, de todas las edades y capacidades, para celebrar un reencuentro muy esperado y visibilizar la importancia de avanzar hacia una sociedad más inclusiva, que despliega todos sus recursos para apoyar los derechos de las personas con discapacidad».
Años de esfuerzo
Detrás del acto y de la búsqueda de la inclusión existe un gran esfuerzo de sus organizadores desde el curso 2006-2007. La historia, que ya acumula numerosos capítulos, está publicada en una web con la que cuenta la iniciativa: http://www.sardinadelainclusion.com/. «Un grupo de aventureras, innovadores, visionarios y amantes de la diversidad coincidieron en el Centro de Educación Especial Inés Fuentes, en Icod de Los Vinos, Tenerife. Desde cursos anteriores, en logopedia se utilizaba la música como herramienta para favorecer la comunicación de nuestro alumnado. Se dio un pasito más gracias a un proyecto financiado por la Consejería de Educación de Canarias para crear nuestra primera batucada y aprovechar la magia del Carnaval y los ritmos festivos de los zurdos, tamboriles, maracas…», recoge el texto. Y añade: «Comenzamos los ensayos en el cole con ilusión y esfuerzo porque ni alumnado ni profesorado sabíamos de música, pero por suerte tuvimos al mejor maestro y descubrimos el gran potencial que nuestro equipo tenía». Y a partir de ahí vinieron los siguientes pasos.
Al inicio, el proyecto no tenía conexión con La Laguna, pero después no solo pasó a celebrarse en el municipio, sino que estrechó lazos con él. «Es un día muy especial, muy bonito», consideró este miércoles el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, en declaraciones a los medios, y enmarcó su desarrollo en la apuesta de La Laguna por la inclusión. «El carnaval cultural de Canarias está en La Laguna», expresó el político socialista en referencia a los actos carnavaleros que están programados.
«Importante reto logístico»
José Juan Cruz, miembro de la organización, destacó el «importante reto logístico que ha supuesto esta edición», y mostró su agradecimiento por la «magnífica acogida» que ha tenido la iniciativa. También recordó que la Sardina de la Inclusión va «mucho más allá de la cabalgata y cuenta con diversas acciones paralelas que han llevado el proyecto fuera de las fronteras de Tenerife, como su propio concurso para elegir el cartel anunciador, que este año ha recaído en la propuesta del CEIP Fernando Guanarteme, de Las Palmas de Gran Canaria, o los concursos online, aún abiertos, de fotografía y de batucadas en vídeo, en los que están participando personas de distintos países hispanohablantes y cuyas bases están disponibles en sardinadelainclusion.com», recoge la nota de prensa del Ayuntamiento.
En su recorrido hasta la plaza del Cristo, el desfile incluso se llegó a nutrir de más participantes, como ocurrió en el cruce de las calles de La Carrera y Viana, junto a las casas consistoriales. Desde el Ayuntamiento destacaron que la acción contó con todos los recursos del Punto Naranja local, «desde guías e intérpretes para personas sordociegas y sordas o las mochilas sensitivas».