El parque de Las Furnias, en La Laguna, pasa a ser el de Antonio Alonso, 'el Niño'

El alcalde destaca que fue un «referente» de la Punta del Hidalgo | Emigrante retornado, se convirtió en un vecino popular

Antonio Alonso Alonso, más conocido como el Niño, nació en 1930 en la Punta del Hidalgo. Las dificultades de los años 50 lo llevaron, como a tantos de la época, a emigrar a Venezuela. Al otro lado del Atlántico creó su familia y pasó casi 30 años, para volver posteriormente a su pueblo natal y convertirse en un vecino popular e implicado en el desarrollo de la zona. Su recuerdo quedó grabado este jueves con más fuerza, si cabe, en la memoria colectiva del lugar: el parque de Las Furnias, entre el Edificio Altagay y el comienzo del camino hacia San Juanito, recibió su nombre.

Familiares, vecinos, amigos y representantes del Ayuntamiento de La Laguna se sumaron a la rotulación, en la que una persistente lluvia hizo acto de presencia. El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, definió durante su intervención a Alonso como «un referente de este núcleo poblacional», y puso de relieve que el objetivo ha sido que «no se olvide nunca la importancia del Niño para con La Punta». Se trata de una iniciativa que sigue a una moción institucional del Consistorio, a su vez impulsada por las asociaciones Unión Deportiva Hidalgo, Asociación de Vecinos Aguacada, Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de la Consolación y Asociación de Mayores Los Dos Hermanos.

Uno de sus hijos, también llamado Antonio Alonso, tuvo palabras de agradecimiento por el tributo realizado a su padre, al que recordó como una persona que siempre estaba rodeado de amigos, al tiempo que celebró esta denominación para el parque. Desde el Consistorio lagunero recordaron este jueves que este recinto fue ampliamente remodelado hace dos años, con una inversión cercana a los 100.000 euros, y precisaron que cuenta con una superficie aproximada de 6.400 metros cuadrados.

«Un hombre hecho a sí mismo»

Luis Yeray Gutiérrez también se refirió a Antonio Alonso como «un hombre hecho a sí mismo», y destacó que «amó profundamente a su tierra, incluso desde la distancia de la emigración, y que regresó a Punta del Hidalgo para trabajar por este lugar, implicándose en su desarrollo, con esfuerzo y generosidad». Y añadió: «Es un orgullo contar con vecinos tan comprometidos en la vida del municipio, que son un ejemplo de trabajo y perseverancia».

El Niño tuvo un vínculo estrecho con La Punta, pero también con el parque en particular (o con lo que fue previamente). «En la década de los 70, compró la finca donde hoy se encuentra el parque hasta ahora denominado como Las Furnias, dejando los terrenos para la construcción de un campo de fútbol», apuntaron desde el Ayuntamiento en la nota de prensa enviada tras el acto de rotulación. Además, participó activamente en las fiestas de San Mateo, de las que llegó a ser el presidente, y adelantó la cesión de otra parcela para la construcción de 128 viviendas promovidas por la Cooperativa de Viviendas La Luchada, puesto que el terreno propiedad del Ayuntamiento solo tenía capacidad para albergar la mitad.

Todo ello se produjo después de haber regresado de Venezuela. Aquella etapa previa de su vida comenzó en agosto de 1956, cuando se embargó en el trasatlántico portugués Santa María y dedicó varias décadas a la construcción al otro lado del charco. Se casó a través de un matrimonio por poderes, una fórmula habitual entre quienes emigraron, tras lo que su esposa se trasladó y se instalaron en los Valles de Tuy.

Tras recibir una propuesta para trabajar con una empresa relacionada con la maquinaria pesada, puso rumbo a la Región Andina, que incluye los estados de Táchira, Mérida y Trujillo. Allí se consolidó en la compañía y, posteriormente, se convirtió en empresario. El trabajo y el esfuerzo le permitieron ir asumiendo diversos tipos de obras de construcción, desde las más sencillas hasta actuaciones de mayor entidad.

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