El Ayuntamiento de La Laguna quiere acabar con las molestias que provocan las gallinas y gallos silvestres. Para ello, ha pasado a considerar como plaga estas colonias que campan a sus anchas en algunos núcleos. La Concejalía de Medio Ambiente ha incluido por primera vez en el concurso del servicio de control de plagas la recogida de estas aves asilvestradas, que según un comunicado del Consistorio «proliferan de forma significativa en algunos puntos del municipio, provocando molestias a la ciudadanía, riesgos para la salud y afecciones a los ecosistemas».
Estas colonias crean tantos problemas que la Unidad de Protección del Medio Ambiente, según reveló José Luis Hernández, concejal del área, ha llegado a acudir y a levantar actas en algunas de estas zonas. Una de ellas es una finca abandonada de Geneto, «donde viven más de medio millar de gallos y gallinas que se han reproducido sin control ni seguimiento veterinario, y provocando no solo importantes molestias a las personas que viven en esta zona residencial, con centenares de gallos cantando a diario, sino también, un riesgo para la salud y para las otras especies», precisó el edil.
El concurso tiene un presupuesto de licitación de 250.000 euros para un periodo de 2 años prorrogables a dos más. Estos contratos incluyen la desratización y desinsectación en espacios públicos, el control de la población de palomas, la captura y recogida de fauna exótica y, a partir de ahora, la recogida de estas gallinas y gallos asilvestrados. Las aves que sean capturadas en espacios públicos o privados serán trasladadas a explotaciones ganaderas avícolas registradas en Tenerife en cumplimiento de las correspondientes ejecuciones subsidiarias de la administración, autorizaciones de los propietarios de los terrenos o autorización judicial.
El edil de Medio Ambiente de La Laguna recuerda que un problema similar a las gallinas y gallos asilvestrados «se da con las palomas que están proliferando en edificios abandonados, con las consiguientes molestias, riesgos de índole sanitaria y daños al patrimonio». «Y por la afección que suponen estas aves para el normal desarrollo de la actividad aeroportuaria, el área está haciendo un esfuerzo especial en la detección y notificación a los titulares de palomares en zonas restringidas y trabaja en colaboración estrecha con AENA y otros agentes implicados para reforzar la seguridad de las operaciones aéreas en cuestiones relacionadas con la fauna», concluyó José Luis Hernández.
