El Ayuntamiento de La Laguna analizará la propuesta presentada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos para promover un marco de licitación que fomente la calidad en los contratos públicos de obras y servicios, según defiende la entidad. La misma consiste en aplicar un límite a las ofertas económicas por debajo del cual no se pueda obtener mayor puntuación.

El asunto fue puesto sobre la mesa en un encuentro que mantuvo el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, con el decano y la vicedecana de la demarcación de Santa Cruz de Tenerife, Luis Pintor Sepúlveda y Soraya Manjón Vega, respectivamente, acompañados por el secretario, Iván Solla.

El regidor sostuvo que la medida será estudiada «con detenimiento desde el punto visto técnico y la legalidad, teniendo en cuenta las competencias de la Corporación en esta materia. Se trata de determinar la viabilidad y los resultados que pueda conllevar su implantación.

Luis Yeray Gutiérrez consideró que, «en un escenario como el actual, marcado por el incremento de los precios de las materias primas, es fundamental que las contrataciones ofrezcan las máximas garantías no solo a la propia Administración, sino a las empresas y profesionales que ofrecen sus servicios», en consonancia con «lo que entendemos que busca el Colegio con su propuesta».

Desde la entidad, además, se pidió durante el encuentro una mayor presencia de estos ingenieros en las áreas de especialización de la Administración y el alcalde mostró su respaldo al colectivo profesional, «esencial para la modernización y desarrollo local, regional y estatal».

El Colegio plantea a las administraciones públicas que incluyan el llamado umbral de saciedad, es decir, no dar más puntos a partir de un determinado nivel de baja e, incluso, reducir de forma progresiva la puntuación. Una posibilidad «reconocida y aceptada por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales» que generará diversos «beneficios directos». Entre ellos, una menor conflictividad en los contratos y que las obras y servicios sean de mayor calidad, ya que «las empresas no estarán constreñidas por bajas excesivas e irreales, como en la actualidad». Esta medida asegura que los precios ofertados se basen en los costes que supone realizar la labor «con la calidad exigida, en plazo y con un legítimo beneficio. La base para el desarrollo de empresas sanas, pues aclararía el futuro frente al presente incierto y oscuro del sector».