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La Iglesia de Las Chumbera, Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa

El premio se convoca anualmente desde 1978 con el objetivo de honrar lo mejor en la arquitectura sacra y el arte litúrgico de todas las religiones del mundo.

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La Iglesia de Las Chumberas, premiada en EEUU

La Iglesia de Las Chumberas recibe en Estados Unidos la mayor distinción del Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form. Aún en pleno proceso de construcción, en la primera década del siglo XXI, la Iglesia del Santísimo Redentor de Las Chumberas,en La Laguna, fue visitada por Barry Bergdoll, el entonces comisario jefe de arquitectura en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Quedó tan impactado por la obra que estaba construyendo Fernando Menis que decidió la inclusión del proyecto en la colección permanente del MoMa.

Desde entonces, esta pequeña iglesia en el barrio periférico de las Chumberas en la ciudad de La Laguna, en la isla de Tenerife, no ha parado de recibir reconocimientos y de ser publicada en todo el mundo, desde Japón a la India pasando por China hasta Alemania, Italia y Estados Unidos. Ahora, una década más tarde de aquel primer reconocimiento del MoMa, el edificio recibe el Honor Award, la mayor distinción que otorga el jurado del Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form. El American Institute of Architects (AIA) reconoce así la contribución a la sociedad y a la cultura de la Iglesia realizada por el arquitecto canario en las afueras de La Laguna.

El ejemplo de un barrio donde la comunidad importa

La construcción de la Iglesia del Santísimo Redentor, extendida, como muchas obras sociales emprendidas por la Iglesia Católica a lo largo de la historia, a lo largo de quince años, se ha solapado con el proceso de transformación del barrio de Las Chumberas, un polígono de 670 viviendas de los años 70, organizadas en 42 bloques a las que se sumaron centros comerciales y naves industriales. Apoyado en todo momento por el Obispado de Tenerife, promotor del proyecto, así como por los patrocinadores y los vecinos, Menis planteó la Iglesia como un necesario catalizador acogedor de los cambios urbanos y sociales que se daban en el barrio. En su visión, el nuevo edificio tenía que crear un lugar donde no lo había, y contribuir a dar mayor identidad propia a Las Chumberas, erigiéndose como espacio de referencia en un previo tejido urbano confuso. La construcción resultante es una Iglesia que incluye un centro parroquial y una plaza pública rodeada de verde, es decir un lugar público, de encuentro, que el barrio necesitaba.

También es un ejemplo de acción colectiva pues la financiación de las obras ha sido realizada mediante donaciones de varias organizaciones, muchos vecinos y algunos empresarios comprometidos con el barrio que los vio nacer y crecer (la donación más generosa proviene del empresario Ambrosio Jiménez). El ritmo desigual de las remesas es de hecho lo que ha determinado la lógica constructiva del proyecto y su posterior ejecución: un complejo formado por cuatro módulos independientes más su entorno, que se ha ido entregando por fases. El centro parroquial, alojado en dos de los cuatro volúmenes del complejo, se finalizó en 2008 y se dio en uso desde entonces a la espera de reunir los fondos necesarios para el resto de la obra, que ahora finaliza.

¿Por qué se premia? Por su innovación en el uso de la luz, el hormigón y la piedra

Para comprender este edificio que destaca en su entorno, es necesario entender que se inspira en la geología de la isla y asemeja un accidente de la misma, que pretende recordar la naturaleza volcánica de Tenerife, con sus "rocas" masivas entre cuyas fracturas se deslizan la luz y el aire. El gran desnivel de la parcela se salva mediante una rampa perimetral que da acceso a la plaza y al segundo piso de la Iglesia, haciéndola universalmente accesible a la vez que conecta la parte alta y la parte baja de la zona. El edificio aparece austero, despojado de elementos superfluos dejando todo el protagonismo a los juegos de la luz del sol, que revela la riqueza de texturas del hormigón visto y se inspira los significados de la luz que requiere la teología de la Iglesia Católica.

Que el hormigón sea quizás el material predilecto de Menis no se justifica sólo por sus virtudes, que el arquitecto canario sabe aprovechar y potenciar de forma ingeniosa, sino también porque el hormigón es un material de uso muy común en las Islas Canarias desde siempre, lo que permite trabajar con empresas, artesanos y recursos locales de acuerdo a los principios de la arquitectura sostenible de Kilómetro Cero, que Menis reivindica en sus obras. Además, al contrario de lo que se piensa, el hormigón contribuye a la sostenibilidad de la construcción gracias a su gran durabilidad, y a su naturaleza isotrópica que lo hace energéticamente eficaz, un atributo que se refuerza con la inercia térmica de los gruesos muros macizos.

Finalmente, en la Iglesia, igual que en otras obras suyas como la Sala de Cultura, Música y Congresos CKK Jordanki , en Torun, Polonia, o el centro Magma Arte y Congresos de Adeje en la misma Tenerife, Menis experimenta con el potencial acústico del hormigón, que es injustamente considerado acústicamente inferior a otros materiales como, por ejemplo, la madera y que, sin embargo, Menis logra desmitificar.

En la Iglesia, el uso del hormigón sirve tanto para la difusión del sonido, con la técnica de picar el hormigón para distribuir el sonido de manera suave, así como para la absorción del sonido, cuando se utiliza el potentemente absorbente picón lávico mezclado con dicho material. Se consigue así una acústica que asemeja la habitual en la opera, adecuada para la palabra y el canto, idealmente diseñada para un edificio que aúna las funciones eclesiásticas y sociales.

¿Qué significa obtener el Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form?

Es uno de los premios de arquitectura más longevos. El Premio Internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form, se convoca anualmente desde 1978 con el objetivo de honrar lo mejor del mundo en la arquitectura sacra y el arte litúrgico de todas las religiones. Los premios se otorgan en cinco categorías: Arquitectura religiosa, Diseño interior/ litúrgico, Paisaje sacro, Arte sacro y Proyecto no construido. La Iglesia del Santísimo Redentor ha conseguido el máximo galardón en la categoría de Arquitectura religiosa. En la actual edición del premio, se han presentado 92 obras de todo el mundo de las cuales un total de 16 obras han sido seleccionados, provenientes de varias ciudades de Estados Unidos, Japón, China, Tailandia y Ruanda, siendo la de Fernando Menis la única de España y de Europa. La ceremonia de entrega de premios tendrá lugar el 23 de junio de 2022, en Chicago, en el marco de la Convención Nacional del American Institute of Architects. 

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