La Concejalía de Igualdad, LGBTI y Calidad de Vida del Ayuntamiento de La Laguna fomenta la compra de juguetes y juegos no sexistas en Navidad. La edil responsable del área, Idaira Afonso, destaca que las fiestas «suponen una oportunidad perfecta para continuar luchando contra los estereotipos y favorecer el respeto a la diversidad». La iniciativa está dirigida a la población adulta y se difunde a través de las redes sociales, mediante la publicación de imágenes y mensajes con los que se busca llegar al mayor número de ciudadanos.
Con estos recursos, «reflejamos y damos visibilidad a la diversidad de nuestra sociedad». Al mismo tiempo, «nos alejamos de la relación impuesta entre el color y el género e impulsamos los juegos y juguetes no bélicos, poniendo el énfasis en la creatividad, la motricidad, el fortalecimiento de los vínculos afectivos y la corresponsabilidad».
Desde la Concejalía se retoma el lema La igualdad está en juego. Ayúdales a crecer libres de estereotipos para seguir con las campañas que desde el área se vienen organizando para estas fechas, «momento del año en el que más se compra». Una vez más, «apostamos por los regalos que sirven para inculcar el respeto a la diversidad, porque todos los niños, niñas y niñes pueden ser lo que quieran ser», resalta Idaira Afonso.
Con esta acción, se pretende concienciar y sensibilizar a la población adulta sobre la necesidad de hacer una compra responsable, no sexista, libre de estereotipos y que fomente el desarrollo motriz, cognitivo, afectivo y social de los menores por igual, sin poner límites a su imaginación. «Eso no significa prohibir a los niños que jueguen con motos o camiones y a las niñas con muñecas o bebés. Al contrario, lo que buscamos es romper con las condiciones sexistas que se les atribuye y que los anuncios y catálogos refuerzan, imponiendo determinados roles y actitudes que discriminan en función del sexo, lo cual propicia un desarrollo parcial e incompleto», advierte.
Afonso concluye señalando que desde la Concejalía de Igualdad luchan para que los menores «sean libres de jugar con lo que quieran, sin ser juzgados, independientemente de su género y desarrollando sus capacidades y aptitudes al máximo».
