«La Laguna que los vecinos queremos», «Diez años uniendo a los vecinos», «Seguimos caminando», «Creciendo en democracia y participación»... Segundo Demófilo Pérez apenas ha tenido tiempo de ver las fotos y leer los lemas de los 25 carteles del Día del Vecino que ha organizado la federación de asociaciones vecinales FAV Aguere y que se exhiben en la entrada de la plaza de El Batán, un balcón con vistas privilegiadas a los agrestes barrancos de Anaga. Como en todas las ediciones anteriores, Segundo está en lo suyo, haciendo la paella. Esta vez es para 200 personas, aunque en ediciones anteriores, sin pandemia ni medidas sanitarias, ha llegado a hacerlas para 3.000. «La única clave es ponerle cariño», asegura mientras añade arroz al caldo con trozos de pollo, cerdo y verduras.
Segundo Demófilo fue uno de los homenajeados ayer en el Día del Vecino de La Laguna, que regresó tras dos años de cancelaciones por culpa del covid. Todos, organizadores e invitados, destacaron el «marco incomparable» elegido para esta ocasión: El Batán, uno de los caseríos laguneros de Anaga junto con Bejía, Las Carboneras y Chinamada. «Gracias a los bataneros y bataneras por haber conservado tan bien este rincón del macizo», aseguró Justo Reyes, presidente de la FAV Aguere. A Reyes le habría gustado que «al menos» el Ayuntamiento contestara a los requerimientos de la FAV para celebrar esta edición en el Teatro Leal. «Todavía estamos esperando una respuesta del Consistorio... Pero, bueno, al final hemos venido a un lugar inmejorable para una reunión de este tipo. Los pequeños pueblos como este son la esencia de la importancia de la vida comunitaria, del movimiento vecinal».
Representantes del Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de La Laguna y colectivos vecinales se encontraron en un Día del Vecino amenizado por la Parranda Cuevas de Lino, de este mismo enclave de El Batán y una de las más conocidas de Anaga. Uno de sus coordinadores, Mariano Baez, cuenta que El Batán viene del nombre de una máquina hidráulica que trajeron los conquistadores castellanos a principios del siglo XVI para sacar la fibra con la que se hacían los textiles. «Aquí montaron dos máquinas», rememora. Con dos discos en el mercado –Nos vamos de fiesta y Seguimos de fiesta–, la parranda actúa para hacer «lo de siempre», como cuenta Mariano Báez: «Fomentar la música popular y alegrar las reuniones y festejos». No es la primera vez que actúan en el Día del Vecino de la FAV, porque dicen estar «muy comprometidos» con el movimiento comunitario.
Las alabanzas al espíritu vecinal presidieron las intervenciones de la entrega de premios. El más especial, aparte del entregado a Segundo Demófilo, fue el de Pedro Félix, un referente en el macizo de Anaga fallecido el pasado 1 de noviembre. «Era el alma de Anaga», cuenta José Luis Hernández, concejal responsable de los caseríos del macizo en el Ayuntamiento de La Laguna y que acudió al encuentro de El Batán. «Hasta el día antes de su muerte llamaba para pedir mejoras para Anaga». El empresario, según el edil, «siempre estuvo muy comprometido con el movimiento vecinal». Fue el concejal más joven del primer gobierno municipal de La Laguna tras el regreso de la democracia en 1979 y una figura «vital» para el desarrollo de La Laguna. En El Batán conocen muy bien toda su inmensa labor. El Ayuntamiento, destacó José Luis Hernández, ha abierto un expediente de distinciones y honores para Pedro Félix. Muy posiblemente esta misma plaza en la que se celebró el acto llevará su nombre.
Las principales demandas de los diferentes colectivos invitados se centraron en exigir más atención a los pueblos y barrios por parte del Consistorio lagunero. «Hay vida más allá del casco histórico», señaló por ejemplo Pilar Rodríguez, de la Asociación de Vecinos Tenejía de Las Carboneras. «Los gobernantes tienen que tenernos más en cuenta. En Las Carboneras necesitamos mejoras en los servicios básicos, como el mantenimiento de las carreteras o la limpieza. Tienen que estar más pendientes», solicitó.
También de Las Carboneras vino Yolanda González, perteneciente a una comisión de fiestas integrada solo por mujeres. «Hubo un año que se disolvió la comisión de fiestas y un grupo de amigas decidimos retomarla», contó González, quien pidió a los políticos que «visiten más los barrios para conocer los problemas de la gente, más en estos tiempos de pandemia y crisis económica». «Las asociaciones vecinales somos la voz del pueblo y los gobernantes tienen que tenernos más en cuenta. Precisamente gracias a la ayuda entre vecinos, los caseríos de Anaga han salido adelante», subrayó.
Los representantes de los partidos con concejales en el Ayuntamiento de La Laguna tomaron buena nota de las reivindicaciones. «Es fundamental oír al movimiento vecinal y valorar el trabajo que realizan en beneficio de la comunidad», señaló Alejandro Marrero (PSOE), responsable de Seguridad Ciudadana. Elvira Jorge (Avante), edil de Patrimonio, aplaudió «el esfuerzo» de los vecinos de El Batán «por preservar este rincón emblemático». Jonathan Domínguez, portavoz del grupo municipal de CC que procede del movimiento vecinal, defendió que «hay que estar cerca» de estos colectivos porque «son los que trasladan los problemas de la gente» a los representantes públicos. Por último, Manuel Gómez, portavoz del PP en el pleno, alabó que la FAV Aguere eligiera El Batán para este encuentro: «Es un caserío al que vengo desde que era pequeño y en general todo Anaga es un ejemplo de la importancia del espíritu comunitario».
A pesar del puente, de la amenaza de lluvia –cayeron algunas gotas durante la jornada– y de las restricciones sanitarias, Justo Reyes se mostró «satisfecho» porque «por encima de todo» la FAV Aguere ha recuperado el Día del Vecino, que celebró ayer su 25 aniversario. «Juntos seremos más», concluyó el organizador del encuentro.
