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Movilidad | Tercera polémica del mandato por el tranvía al aeropuerto

Luis Yeray exige mayor peso para el voto lagunero en la consulta del tranvía

El alcalde sostiene que hay «otras prioridades» en lugar de la prolongación a Los Rodeos

v Jonathan Domínguez (CC) demanda al gobierno local «acciones contundentes ya»

La asamblea celebrada en enero de 2020 en el exconvento de Santo Domingo. Delia Padrón

La reactivación de la consulta sobre la ampliación del tranvía hasta el Aeropuerto de Tenerife Norte ha destapado de nuevo la caja de los truenos entre el Cabildo tinerfeño y el Ayuntamiento de La Laguna a cuenta de este proyecto. El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), exigió ayer la preponderancia del voto de los vecinos del municipio para que estos puedan decidir si se realiza o no la actuación. «No es lo mismo, con todos mis respetos, una persona de Fasnia que una de San Benito, San Lázaro, el Camino de La Villa o El Coromoto», expresó a efectos de la citada obra, y recalcó: «Nosotros aquí nos jugamos muchísimo para el desarrollo del municipio».

Gutiérrez sostuvo que la encuesta tiene que «ser vinculante para el municipio» y que este tenga «mayor peso» a la hora de decidir sí o no. «Lo hemos dicho por activa y por pasiva», remarcó el regidor local. Y es que se trata de la tercera vez en que este asunto se sitúa en el centro de la polémica durante el presente mandato. Ante eso, el alcalde lagunero, así como su compañero socialista Pedro Martín, presidente del Cabildo, han tenido que salir al paso en varias ocasiones. No en vano, Martín ha manifestado dos veces que no se impondrá la infraestructura sin un acuerdo con La Laguna. En cambio, el principal defensor de la actuación es el vicepresidente insular, Enrique Arriaga (Cs), mientras que el resto de formaciones políticas se han posicionado en contra de la obra.

«Nosotros entendemos que hay otras prioridades, como las nuevas autovías, la rotonda del Padre Anchieta, la conexión que se está haciendo con la carretera de La Esperanza, las mejoras que se tienen que llevar a cabo en las carreteras de Bajamar y La Punta…», afirmó Gutiérrez.

«Roza lo ridículo».

El portavoz de Coalición Canaria (CC) en La Laguna, Jonathan Domínguez, consideró la reactivación de la consulta como un «error del Cabildo», por lo que consideró que el Ayuntamiento «debe emprender acciones contundentes ya». Y añadió: «Este tipo de proyectos no pueden sustentarse en encuestas; es una iniciativa tan frívola que roza lo ridículo». Asimismo, vio «una falta de respeto a La Laguna» en que se consulte a toda la Isla. «Es una estupidez más del señor Arriaga, porque sin la colaboración del Ayuntamiento será imposible que el Cabildo pueda ejecutar con garantías dicha obra», lamentó, antes de proseguir: «El señor Arriaga es un tecnócrata, y por ello busca una vía impositiva para terminar el mandato diciendo que hizo algo, aunque sea un disparate como este, ya que este tramo del tranvía no es una infraestructura que consideremos estratégica, o más bien necesaria a nivel insular, como para preguntar a toda la Isla por ella». Domínguez fue más allá. «Esta encuesta es una provocación a la postura consensuada de La Laguna contraria a este proyecto. En la Isla hay muchísimas necesidades que solucionar como para empecinarse en esta actuación que no cuenta con el respaldo de vecinos ni del Ayuntamiento de La Laguna desde hace años». El líder de los nacionalistas laguneros indicó: «Ya CC paró esta propuesta de Metropolitano hace más de diez años. Luis Yeray no debió promover sacarla de la gaveta a inicios del mandato como hizo. En la asamblea del convento de Santo Domingo, el alcalde lo quiso hacer suyo y lo presentó como ‘un importante proyecto que llevaba parado muchos años’; fue una torpeza de Gutiérrez, recibió un varapalo monumental de los vecinos y ayudó a Arriaga a reactivarlo».

«Cierre de comercios».

El líder del PP lagunero, Manolo Gómez, señaló que «no es admisible que se debata que una de las propuestas sea liquidar una de las únicas vías de salida que actualmente tiene La Laguna desde San Benito hasta la avenida de La Trinidad y siendo un trayecto en el que hay más de 100 comercios, que podrían cerrar de manera inminente, y que otra de las alternativas sea liquidar lugares que forman parte de nuestro patrimonio histórico lagunero». Defendió, además, que existen otras «necesidades mayores» que debe afrontar el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias «en cuanto al caos circulatorio y a otros modelos de transporte alternativos». Gómez opinó que no le parece «la mejor idea» reactivar la consulta «si se mantienen las mismas propuestas de trazado que se hicieron hace más de un año», y añadió: «Antes de lanzar esta consulta, el Cabildo debería haber convocado a las principales asociaciones tanto sociales como económicas de nuestro municipio para explicar la necesidad o no de crear esta nueva línea y cuáles pueden ser sus trazados». El edil conservador también criticó que «no se ha confirmado si esta convocatoria es vinculante o no, y no es admisible que volvamos a crear un conflicto de opiniones y sensibilidades con la situación actual por la que pasa nuestro municipio».

«Peso específico».

El representante de Cs en el Consistorio, Juan Antonio Molina, abogó por que la «voz de los laguneros» tenga «un peso específico en esta decisión». El joven letrado aseveró: «La normativa urbanística y administrativa otorga una posición preponderante a los afectados como parte interesada. Esto no es nuevo. Los vecinos, por ello, deberán tener un papel fundamental». Además, se detuvo en que «todo proceso participativo es bueno y será importante cómo manejamos esa información», así como en que «cualquier aspecto del proyecto deberá ser tratado en profundidad, bien sea la oportunidad, financiación, necesidad y la opinión vecinal».

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