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Colocados los 510 bloques de 30 toneladas del nuevo dique de Bajamar

El siguiente paso será el graderío que unirá el rompeolas con la playa que queda a su abrigo

Luis Yeray Gutiérrez y Laura Castro observan los bloques de hormigón del nuevo rompeolas de Bajamar. E. D.

Los 510 bloques de 30 toneladas de hormigón cada uno del nuevo rompeolas de Bajamar ya están colocados. Esto anunció ayer la administración responsable de la obra, el Cabildo de Tenerife. Los trabajos para la construcción de un nuevo dique de Bajamar comenzaron a principios de verano y los prismas se empezaron a colocar a mediados de agosto, «cumpliendo con los plazos previamente establecidos para dotar a esta zona del municipio de La Laguna de una mayor seguridad», detalla la Corporación insular en un comunicado. La actuación fue declarada de urgencia y adjudicada a la empresa Satocan por 2 millones de euros. La previsión es que la playa de Bajamar que queda al abrigo del rompeolas permanezca cerrada mientras se ejecuten las obras y que las piscinas continúen abiertas.

La directora insular de Turismo, Laura Castro, aseguró que a partir de ahora, «el acceso a las calles para vehículos y peatones no se verá tan restringido como durante la entrada y salida de bloques». La obra, matizó, es vital para «minimizar los efectos de los embates del mar en este núcleo de la costa lagunera». El siguiente paso, además de asegurar el primer dique, será mejorar la accesibilidad al mar, a través de un graderío que permitirá a los visitantes acceder desde el propio dique hasta la playa, así como instalar un solárium de hormigón.

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, agradeció por su parte al Cabildo de Tenerife y a los trabajadores que construyen el dique «el esfuerzo realizado para que hoy podamos celebrar la colocación del último bloque». «Cada vez estamos más cerca de poder cumplir con una demanda vecinal histórica y de garantizar la protección de esta parte del litoral, una de las joyas de nuestro municipio que durante años ha sufrido cierto abandono», añadió. El regidor local mostró su confianza en que los trabajos principales para mejorar el funcionamiento de la estructura queden culminados antes de que finalice el año, «cuando los embates del mar ya tienen mayor fuerza», y destacó «la comprensión de la ciudadanía ante las molestias que han podido causar las obras durante este verano».

Los 510 bloques colocados pesan 30 toneladas y miden 2,6 metros de altura. Se fabricaron utilizando un cemento especial resistente al agua de mar, lo que dotará al nuevo rompeolas de una residencia mayor al anterior.

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