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Agricultura | Un producto con tradición en Canarias

El santuario de la batata isleña

La Finca La Mosca, en Valle de Guerra, alberga un proyecto del Cabildo para mejorar la conservación de este producto

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La conservación de la batata Andrés Gutiérrez

La batata sabe dulce y huele a tradición. Ha permanecido históricamente como un producto puntero de la despensa canaria, mientras que en los últimos años sus cualidades la han hecho merecedora de encontrar también su sitio en la cocina de autor. Es un tubérculo distinto, genuino y con variedades que los expertos entienden que no se deben perder. Es ahí donde está trabajando en los últimos tiempos la Consejería de Agricultura, Ganadera y Pesca del Cabildo de Tenerife, que tiene en marcha en la Finca La Mosca, en Valle de Guerra (La Laguna), un proyecto de mejora del sistema de multiplicación vegetal para garantizar su conservación.

A la Finca se accede por el camino La Barranquera o bien por una calle de nombre peculiar: Las Ánimas Lomarque. Es una vía angosta, de pavimento en muy mal estado y que discurre entre invernaderos. Tras pensar varias veces que uno se perdió, un cartel en una curva acaba aportando un poco de alivio: Finca La Mosca. Se trata de un recinto amplio y con un aparcamiento de gravilla en su parte superior. Es ese el punto de encuentro elegido la pasada semana por el consejero de Agricultura, Javier Parrilla, y un grupo de los doce integrantes del Proyecto de Empleo de Transición Ecológica (PETE) 2020, que han trabajado durante los últimos meses en la referida iniciativa.

El santuario de la batata isleña

Este periódico los acompañó durante una cita en la que hicieron balance de la experiencia y en la que también se puso de manifiesto la buena labor desarrollada. Concretamente, el resultado se localiza en unas huertas ubicadas en la parte baja de la Finca, algo más hacia el Norte que La Barranquera, pero en línea todavía con la costa de Valle de Guerra. La primera imagen es la de unos macetones perfectamente alineados, colocados sobre una malla negra y con un sistema de riego por goteo. Cada uno de ellos descansa sobre unos bloques de hormigón más grandes de lo normal. Todo allí tiene su explicación.

El santuario de la batata isleña

Una técnico del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (Ccbat) detalla que en uno de los dos espacios utilizados para este proyecto se procedió al cultivo el 28 de julio, mientras que en el otro se realizó el 26 de agosto. El crecimiento de las primeras es ya notable. «Tenemos en la Finca más de 100 entradas», apunta en referencia a cada una de las muestras que son recogidas a un agricultor determinado de una zona concreta. Todo eso queda registrado, como si cada una de ellas tuviese su propio «pasaporte» con el nombre y los apellidos de quien la cedió, su edad, el lugar... «Hay variedades obtenidas en todo Tenerife y en otras islas», precisan desde el Ccbat, e indican que la mayoría de ellas son variedades antiguas, al tiempo que ponen de relieve la biodiversidad con la que cuentan los parques rurales de Anaga y Teno.

El santuario de la batata isleña

La separación de las macetas no es casualidad. Tampoco la malla que recubre el suelo. Según comentan, con la primera de esas decisiones se buscaba que no se produjesen mezclas entre macetones, así como que, visualmente, se pudiese observar la diferencia entre las variedades y, con ello, conseguir que el lugar fuese visitable. Por su parte, la malla es una fórmula para evitar que la especie pudiera caer al suelo, enraizar y colonizar en la Finca. En total, según las cifras aportadas, las dos huertas albergan unas 100 entradas y 30 variedades.

Hasta llegar al momento actual fue necesario un camino previo. Las labores comenzaron con el despedregado y alisado del terreno, la apertura de zanjas, la colocación del picón en los bordes... Un concepto importante en la línea de actuación seguida fue el de la «optimización del trabajo». La acción ha requerido de varios meses y en ella tuvieron un papel fundamental los participantes del plan de empleo.

«Un gran resultado»

Tanto los responsables del trabajo en la Finca como el consejero insular de Agricultura, Javier Parrilla, muestran su satisfacción con la implicación de las doce personas que participaron. «Estoy bastante contento; ha habido un gran resultado», manifiesta el político socialista. «Ha sido una labor meticulosa, detallista...», celebra, antes de poner de relieve lo que iniciativas como esta suponen para este tubérculo con historia: «Con esto podemos, entre comillas, salvar tipos de batatas, productos que podríamos calificar como delicatessen». Además, destaca las bondades de la batata y la demanda con la que cuenta.

Según los datos aportados desde la institución insular, el Proyecto de Empleo de Transición Ecológica (PETE) 2020 ha sido cofinanciado por el Cabildo, a través del área de Empleo; el Gobierno de Canarias, y el Servicio Público de Empleo Estatal, mediante el Plan Integral de Empleo de Canarias, que, además, lleva a cabo a otras actividades en las diferentes fincas adscritas al Cabildo y que están enfocadas a la gestión racional del agua, «mejorando así las instalaciones de riego de las colecciones de material vegetal dependientes del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife, ubicado en el Puerto de la Cruz y que se encarga de la recuperación de variedades locales de la Isla».

  • EN LA HUERTA Y EN LA GASTRONOMÍA

    Variedades

    La web del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (Ccbat) recoge que actualmente se conocen más de 50 variedades locales diferentes de batatas, de las que más de 20 se cultivan en el Parque Rural de Anaga. Una de las destacadas es la denominada yema de huevo, que por dentro es de color amarillo anaranjado. «Es la más cultivada en Tenerife, ya que es muy rica para comer, dulce y con pocas hebras», explica la publicación. Cabe indicar que las más comunes en los mercados y supermercados son la Roja de Lanzarote y la Blanca de Güímar. La Rajadilla de Anaga, la Venturera de Masca, la Sierra Morena... también destacan.

    La repostería

    Las batatas mantienen un estrecho vínculo con la repostería del Archipiélago. Uno de los postres más conocidos elaborados con este producto es la trucha de batata, aunque también se utiliza para bizcochones o rosquetes. Si bien su presencia en el mercado se mantiene durante casi todo el año, la época de este producto son los meses más fríos.

    El cultivo

    También desde el Ccbat abordan la forma de cultivo de este tubérculo. «Se cogen esquejes, ramas de la planta, y se siembran en los surcos. Para que pegue bien se tienen que poner un poco inclinados. Cada rama puede dar, dependiendo de la variedad, entre dos y doce batatas. Hay que tener cuidado al recogerlas, al cavarlas, para no romperlas...», continúan desde el Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife en el material didáctico sobre este producto que ofrecen a través de su web.

Javier Parrilla, en la nota de prensa que había remitido el Cabildo sobre la acción, afirma que «la iniciativa viene a mejorar las prestaciones de un alimento de gran importancia en nuestra gastronomía y repostería tradicional». Y añade: «Debemos de preservar la diversidad de este producto que nos acompaña desde mediados del siglo XVI». Ya en la visita realizada esta semana, el consejero tinerfeño también se detuvo en la labor de recuperación que se ha acometido en la Finca La Mosca, y que resalta como «uno de los elementos esenciales para mantener la biodiversidad agrícola de la Isla». La empresa Cultivos y Tecnología Agraria de Tenerife Sociedad Anónima (Cultesa) tiene allí dependencias y también se desarrollan ensayos en este recinto, aclara.

Seguridad de la colección

«En total, la colección de la Finca La Mosca podrá albergar 135 entradas de material vegetal de este cultivo, teniendo así copia de seguridad de la colección ubicada en la Finca Boquín (Icod de los Vinos)», expresa la nota del Cabildo tinerfeño. «Asimismo, con las actuaciones que se realizan este año se ha incrementado la seguridad e integridad de la colección, optimizando los recursos disponibles para el mantenimiento y conservación del cultivo y facilitando las labores necesarias para ello», añaden desde la institución.

La Finca La Mosca cuenta con más de un centenar de muestras de batatas recogidas en Canarias

Otro de los aspectos llamativos sobre el trabajo que el Ccbat efectúa en torno a las batatas del Archipiélago es que cede a los agricultores que lo soliciten en su página web el material que se reproduce; eso sí, según la disponibilidad existente. «En cada maceta se plantaron tres ramas de batata, recogidas en la propia colección de la Finca, situada en la huerta adyacente», precisa la institución insular.

Respecto al PETE Tenerife 2020, cabe indicar que el Cabildo ha habilitado 150 puestos de trabajo relacionados con la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica justa, en una iniciativa cofinanciada por el Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC). «Este programa general tiene un presupuesto de 1.762.790 euros, de los que 1.603.179 son aportados por el Servicio Canario de Empleo y 159.611 corresponden al Cabildo de Tenerife», señalan sobre la acción emprendida.

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