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El Consistorio aprueba la contratación de la dirección de obra de San Agustín

La Junta de Gobierno adopta el acuerdo necesario para que den comienzo los trabajos | El proyecto reabrirá el antiguo templo

El exterior de la antigua iglesia de San Agustín. Carsten W. Lauritsen

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de La Laguna aprobó ayer la contratación del servicio de dirección de obra para la consolidación de las ruinas de la antigua iglesia de San Agustín, quemada en junio de 1964. La previsión era que el acuerdo se produjese de forma inminente y, al final, acabó llegando en la sesión de este mismo martes.

El Consistorio lagunero había formalizado el decreto de adjudicación de las actuaciones en agosto de 2020, pero restaba un trámite: la contratación de la dirección facultativa. Ese paso es el que ha impedido que los trabajos diesen comienzo antes.

Como se recordará, el anterior concejal de Obras e Infraestructuras, Andrés Raya (PSOE), explicó, coincidiendo con la concesión de las obras, que la firma del decreto de adjudicación suponía uno de los actos finales del procedimiento administrativo y que daría pie al inicio de los trabajos, con una inversión de 845.209 euros y un plazo de ejecución de diez meses y 20 días.

¿Y qué se hará en el antiguo templo? Las actuaciones consistirán, fundamentalmente, en dar solidez a las ruinas desde la zona del coro de la antigua iglesia hasta la plaza Guillermo Rancés, sin llegar a intervenir en el edificio contiguo de los Bethlemitas. Según las explicaciones municipales, el proyecto de consolidación de las ruinas permitirá que el espacio pueda volver a ser visitado cuando las obras finalicen, recuperando así un recinto emblemático de la Ciudad de los Adelantados.

Desde que se anunció la licitación de las obras, el Ayuntamiento lagunero avanzó que el objetivo no era quedarse ahí, sino que se trataba la primera fase de un proyecto de mayor envergadura y que ha sufrido numerosos obstáculos y contratiempos en el transcurso de los últimos años. La etapa más reciente se remonta a 2005, cuando el Estudio FAM Arquitectura y Urbanismo ganó el concurso internacional de ideas que se celebró. Sin embargo, la actuación acabó quedando pendiente por los efectos de la crisis económica. Después de aquello, la empresa SIC Arquitectura, dirigida por Esaú Acosta –uno de los componentes del equipo ganador del concurso–, elaboró el proyecto de espacio abierto.

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