La nueva protección costera de Bajamar empieza a convertirse en una realidad. Apenas ha transcurrido una semana desde que comenzaron las obras de colocación de los bloques de hormigón y, sin embargo, ya se puede observar que hay prismas en paralelo a todo el anterior espigón. «Ya se han colocado 150 bloques de los 200 que están estipulados en la actual fase de los trabajos, que marchan según el calendario previsto», cuantificó ayer el Cabildo de Tenerife, la institución responsable de la actuación.

Las escaleras entre la cancha de Bajamar y el paseo de Marianne se convierten en una atalaya privilegiada de las labores que se están ejecutando. «A finales de esta semana ya se habrá colocado en torno al 40% de los bloques totales previstos para el dique (500). Mientras tanto se continuarán fabricando bloques, a un ritmo de 10 al día», expusieron desde la institución insular. Concretamente, esas piezas se construyen en un terraplén en la carretera general, junto a la rotonda que da acceso a varias urbanizaciones de Bajamar. Allí se van apilando para, posteriormente, ser transportadas hasta el faro, previo corte provisional de la principal avenida del pueblo, la del Gran Poder.

Los responsables de la obra tienen la previsión de «interrumpir la colocación de bloques para realizar los trabajos de reparación del dique aprovechando tanto la bonanza del tiempo en el mes de agosto como la actual protección conseguida con la colocación de esta primera tanda de bloques». Más en detalle, la idea es parar la colocación cuando se llegue a 200, que darán seguridad para las labores de reparación. «Estos trabajos deben llevarse a cabo en lo que queda de agosto y en la primera quincena de septiembre para aprovechar el buen estado del mar», precisaron.

Una vez que las citadas tareas de reparación finalicen, se reanudará la instalación de bloques, hasta alcanzar el total de 500 previstos. «La playa permanecerá cerrada mientras duren los trabajos. Por el contrario, las piscinas podrán seguir utilizándose de manera indefinida, al haber conseguido organizar las obras de manera que no interfieran en el uso y disfrute de la misma», apuntaron desde el Cabildo.

Reducir las afecciones

«Se ha buscado en todo momento causar la menor afección posible, atendiendo a las demandas de los vecinos de la zona en cuanto a ocupación de aparcamientos, evitar cortes en las carreteras en momentos determinados –especialmente los fines de semana, cuando hay más usuarios–, que se deje el entorno en las mejores condiciones una vez que se termine la obra y mantener la zona de baño abierta, en este caso, las piscinas», indicaron. La previsión es que las actuaciones de mayor envergadura estén concluidas durante el mes de octubre.

El presidente del Cabildo, Pedro Martín, recordó el pasado martes que la construcción de la escollera se adjudicó a la empresa Satocan por importe de 2.013.798 euros en una licitación que se declaró de urgencia para poder iniciar cuanto antes las obras. «Este mes de agosto y el mes de septiembre nos vendrán muy bien porque el mar nos permite trabajar. Por eso es necesario, a pesar de que pudiera ser una molestia, aprovechar este mes de agosto», expresó.