El Orfeón La Paz, una de las entidades señeras del casco histórico de La Laguna, trabaja en un proyecto de producción de energía sostenible junto a una compañía del sector para distribuirla a clientes de los alrededores de su sede social, en hasta 500 metros a la redonda, una distancia regulada por ley. El nuevo presidente de este colectivo cultural, Julián Brito Serrador, explica que la iniciativa comenzó a dar sus primeros pasos después de recibir una propuesta por parte de la empresa, e indica que la acción llevaría aparejados beneficios económicos para el Orfeón, además del atractivo de participar en una idea respetuosa con el medio ambiente.

«Una compañía nos dice que quiere convertir esto en una comunidad solar y que seamos pioneros por la ubicación, por la institución, por la trayectoria... y que sería bonito», expone Brito sobre el germen del proyecto. En aquellas primeras conversaciones, desde la empresa le plantearon al Orfeón La Paz, que está situado en pleno centro, que le instalarían gratuitamente las placas y que asumirían el coste de los trabajos. El objetivo: «Suministrar energía renovable a personas en 500 metros a la redonda, con lo que llegaríamos prácticamente a La Concepción, San Juan, el Camino Largo, la calle del Agua…».

¿Y qué obtendrían a cambio esta sociedad lagunera? «Al Orfeón le va a generar inicialmente que la luz no le cueste; estamos gastando en momentos pico del orden de 300 y 400 euros mensuales», manifiesta el presidente. «Ellos nos van a dar un pequeño alquiler y con lo que dejamos de pagar, más lo que ellos nos aportan, ya supondría un ahorro considerable», opina.

Brito asumió la presidencia del Orfeón en mayo, y ha sido en estos primeros compases del mandato cuando él y su equipo han tenido que analizar la actuación. No es baladí el aspecto económico derivado, dado que las finanzas de la entidad han sido durante años objeto de numerosos quebraderos de cabeza para sus directivos. Sea como fuere, Julián Brito apuntaba, en una entrevista en este periódico a finales del pasado mes, que actualmente las cuentas están saneadas: «El Ayuntamiento actual había ingresado dinero de corporaciones anteriores, y gracias a eso se saneó bastante la economía. Sí quedan un par de proyectos pendientes, que son unos cuantos miles de euros. Esteban Afonso señalaba que había dejado el Orfeón con unos 40.000 euros; ahora hay bastante más». También en aquella ocasión, y sobre el ámbito financiero, aportó un dato destacado: «El coste de abrir la sociedad, sin hacer nada, sino mantener el edificio (personal, impuestos…), es de en torno a los 5.000 euros mensuales».

El proyecto energético tiene, sin embargo, una dificultad. «Estamos en donde estamos. Aquí hay unas planchas de uralita que hay que retirar, y eso sí que es costoso, y se trata de un paso necesario habilitar el espacio para poner otros paneles adaptados y las placas encima», detalla. Dado que a esa actuación sí tendría que hacer frente el Orfeón, su Junta Directiva tiene previsto intentar conseguir apoyo institucional. El presidente explica que la intención es reunirse con el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna. «Queremos plantearles esto, porque ellos se pueden beneficiar», manifiesta sobre la presencia de sedes de estas administraciones en el ámbito al que se podría suministrar energía. «Podrían tener energía renovable y estarían dando ejemplo», señala.

Más ventajas que problemas

Aunque existe el referido escollo, las ventajas son numerosas. «El proyecto de energías renovables supone que, durante quince años, la empresa que instala gratuitamente este material asume el coste y gestiona los beneficios», precisa Julián Brito. A partir de ahí, las dotaciones pasarían a propiedad del Orfeón La Paz. Entonces se podría dar una gestión conjunta, con un convenio firmado y unas ganancias «que evidentemente subirían para el Orfeón» en el nuevo escenario que se abriría a partir de ese momento. «Cada placa cuesta 1.200-1.300 euros, por lo que estamos hablando de 120.000-130.000 euros que asume la empresa», cifra sobre los dispositivos que se tendrán que colocar.

El proyecto también tiene a su favor la apuesta que la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna está realizando en el campo de las energías limpias. No en vano, desde esta área se han dado los primeros pasos para intentar que el municipio cuente con su propia oficina de apoyo a la transición energética e, incluso, han planteado que habrá bonificaciones tributarias para quienes coloquen placas.