El Camino de La Villa acoge desde ayer una experiencia piloto para evitar la proliferación de ratas. El sistema Smart Pipe incluye un sensor de calor y movimiento para detectar a estos ejemplares en el alcantarillado. Cuando eso ocurre genera un disparo eléctrico que mata inmediatamente al animal.

Las ratas cambian de enemigo en La Laguna. El barrio lagunero del Camino de La Villa es desde ayer el banco de pruebas de un novedoso mecanismo para hacer frente a estos roedores. Smart Pipe, que así se llama, consiste en una trampa, diseñada para el alcantarillado y con sistema digital, que incluye un sensor de calor y movimiento para detectar cualquier rata que pueda pasar por el circuito de saneamiento. Cuando eso ocurre genera un fuerte disparo mecánico que produce la muerte inmediata del animal, «disminuyendo su sufrimiento y evitando el uso de productos tóxicos», explicó la gerente de Servicios de la empresa Anticimex, Noemí Maestre.

La puesta en marcha del primer dispositivo fue presentada este viernes por el alcalde accidental, Rubens Ascanio, y por el concejal de Medio Ambiente, Bienestar Animal y Salud, José Luis Hernández, acompañados por representantes de las asociaciones vecinales Camino Real de la Villa y Tamarco, Roberto Marrero y Ramón del Castillo, respectivamente. El ensayo se realizará durante dos meses en este lugar, uno de los puntos del municipio en los que actualmente se registra un mayor número de incidencias por la presencia de ratas.

«Este método tremendamente innovador permitirá mejorar el abordaje de la realidad de las plagas y la lucha contra el uso de venenos, porque tienen un efecto muy dañino para el medioambiente y no terminan de conseguir el efecto deseado», expresó Rubens Ascanio. «Con este proyecto tan interesante para La Laguna, el primer municipio del Área Metropolitana y el segundo de Tenerife en implantarlo, capaz de ofrecer datos precisos e información fundamental para erradicar la expansión de los roedores, todo el mundo gana y fomentamos la calidad del entorno”, resaltó.

Por su parte, José Luis Hernández detalló que la colocación de uno de los aparatos basados en el sistema Smart Pipe permitirá «sacar conclusiones sobre su eficacia. Si los resultados son positivos, como estamos casi seguros de que serán, desde el área incluiremos este equipo en los pliegos de las licitaciones para el control de plagas urbanas». Se encuentran entre sus características, según mencionó el concejal, la precisión de los datos que ofrece de manera telemática y «lo totalmente respetuoso que resulta para el medioambiente, porque elimina a los roedores sin utilizar biocidas». Esto va en línea con las exigencias por parte de la Unión Europea en esta materia, que cada vez aprueba «más normativas estrictas».