La Unión de Radioaficionados de Tenerife sección Santa Cruz-La Laguna cerró sus puertas en el local de la Asociación de Vecinos Ayatima, en La Laguna, donde estuvo durante más de veinte años, y trasladó sus pertenencias hasta un trastero de cinco metros cuadrados en La Higuerita, ante la imposibilidad de continuar costeando los 150 euros que aportaban en concepto de mantenimiento, limpieza, luz, agua e internet.

Dos radioaficionados trasladan el moviliario a un trastero. | | E.D.

«Pagamos una cuota a la Unión de Radioaficionados de España que revierte en la propia asociación para gastos, pero la cuantía es insuficiente para seguir costeando esta sede. Pedimos ayuda al Ayuntamiento de La Laguna y, aunque inicialmente nos dijeron que sí había disponibilidad de locales, luego la propuesta se quedó en el olvido; también hemos establecido contactos con el alcalde de Santa Cruz, que nos advirtió de que la mayoría de las dependencias de titularidad municipal están ocupadas por grupos del Carnaval, a la vez que nos preguntó si estábamos dados de alta en el registro de entidades ciudadanas. Ahora hemos iniciado ese proceso y tenemos que esperar un año para recibir la declaración de utilidad pública que otorga el Ayuntamiento y poder optar a una sede social», explica el presidente de la Asociación de Radioaficionados Santa Cruz-Laguna, José Manuel Barreiro Vilas.

«Estamos en números rojos y nos vamos a la calle», afirmó el responsable de la asociación junto a otros socios mientras recogían sus pertenencias, el pasado sábado. «Bastante nos ha ayudado la Asociación de Vecinos Ayatima, a la que, incluso, no le hemos podido pagar los últimos meses y hasta nos van a guardar algunas pertenencias». «Cuando hablamos con el alcalde de La Laguna le propusimos que cediera algún local de la antigua estación de guaguas de San Benito, o de alguno de los colegios cerrados. Nosotros, antes dábamos charlas en los centros, pero esta sede no reúne las condiciones para venir con niños y, menos, con el Covid. Solo te digo una cosa: ojalá nunca seamos necesarios y les hagamos falta», precisa José Manuel Barreiro.

Siempre dispuestos

«Cada vez que ha pasado un temporal o una tormenta han tirado de nosotros, porque cada uno tenemos un equipo preparado en nuestro coche o en nuestra casa con un grupo autónomo que alimenta la emisora», cuentan desconsolados, para recordar que, junto a la sección Santa Cruz-Laguna, la Unión de Radioaficionados tiene sede en La Orotava, Güímar –donde el ayuntamiento le acaba de dar una segunda sede– y La Camella, en Arona. «De hecho, estamos implicados en Protección Civil y colaboramos con todo lo que se nos pide; hasta hacemos promoción del Carnaval, con el envío de tarjetas a las personas con las que hablamos; antes, incluso, colaborábamos a poner en contacto familias».

Este colectivo espera retomar la actividad como asociación si recibe el apoyo del ayuntamiento de El Rosario o Tegueste, donde también realizarán sus contactos. «Necesitamos que alguien se apiade de nosotros, incluso hemos pensado en una sede del mirador de Vistabella, en Santa Cruz».

José Manuel, que lleva 21 años en Tenerife, recuerda sus inicios en 1989 con la emisora que instaló en su coche de banda ciudadana. Luego, superó el examen de amateur y continuó su formación y dedicación vocacional como radioaficionado. «Esto comenzó a mitad de la década de los años cincuenta, cuando estaba en Correos y Telégrafos, luego se trasladó a la zona del Matadero de La Laguna, se compró una vivienda y acabamos aquí, en esta asociación».

Rodolfo León es otro enamorado de este hobbie, que comenzó desde pequeño con un walkie-talkie «hasta que se hizo poco». «Te marca la vida, hasta el punto de que pasé de estudiar letras puras a formarme en electrónica y manejar mi propio equipo».

Suso Álvarez, el presidente anterior y otro de los históricos, recuerda sus inicios, gracias a que se encontró tirada una emisora en el puerto que recogió porque pensaba que era un radiocasete. «Al principio, me daba vergüenza hablar con la gente por la radio, pero ya llevo 30 años».

Hoy, la sección Santa Cruz-Laguna de Unión de Radioaficionados lanza un SOS por un local.