El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, emitió ayer un Bando informando de que el gobierno municipal adopta pautas para “flexibilizar y adaptar determinados procedimientos administrativos a las medidas excepcionales” vigentes como consecuencia de la pandemia. Para ello, los acuerdos adoptados consisten en simplificar y acelerar la tramitación y resolución de la autorizaciones a los establecimientos destinados a hostelería, restauración, terrazas, bares y cafeterías para la ocupación del dominio público con mesas y sillas al aire libre. Para ello, se requiere únicamente presentar la solicitud previa.

La Junta de Gobierno Local que preside Gutiérrez Pérez justifica esta decisión explicando que se trata de “contribuir al mantenimiento y reactivación de dicho sector de la actividad empresarial de este municipio”. Asimismo, el gobierno lagunero entiende que procede a “cumplir y respetar la normativa impuesta por el Gobierno de Canarias”, cuando adoptó el acuerdo de situar a Tenerife en el nivel 3 en el marco de las medidas de prevención del Covid-19.

La vigencia de la flexibilización, simplificación y celeridad de los procesos administrativos y de cuantas medidas excepcionales que vaya dictando el gobierno municipal de Luis Yeray Gutiérrez está limitada por “el tiempo que dure los efectos de la crisis sanitaria”. El propósito de las autoridades locales es “garantizar una mejor prestación de los servicios municipales y satisfacer las actuales necesidades de la ciudadanía, es decir, de mantener toda la actividad económica que sea posible”.

El alcalde sostiene que la constante variación de niveles y la consiguiente modificación de las restricciones y limitaciones en cuanto al aforo, ocupación máxima y cierre de los establecimientos de hostelería y restauración requiere medidas “adecuadas y proporcionadas para limitar los perjuicios y daños”.

Como ocurre en otros municipios, el fin es “paliar el impacto directo en la situación económica generada por el estado de alerta sanitaria y restricciones”. Se trata, pues, de evitar que se pueda producir un mayor desempleo en el tejido empresarial de La Laguna, “especialmente drástico” en determinados sectores de la actividad empresarial.

Luis Yeray Gutiérrez incide en que la decisión de la Junta de Gobierno Local “es una manera de equilibrar las medidas sanitarias que se establecen en el decreto del Gobierno de Canarias y que son absolutamente necesarias para limitar el número de casos en nuestra Isla, con la posibilidad de que el daño económico que tendrán estos establecimientos, debido a la limitación de aforos, sea lo más limitado posible”.