La Casa Museo Cayetano Gómez Felipe alberga hasta el 6 de enero una exposición que viene a reafirmar que siglos atrás hubo todo un campo artístico en torno al abanico. Hasta 45 de ellos se pueden encontrar en Imágenes en el aire. El abanico. Uso, forma y código, una muestra temporal en la que también se abordan los orígenes, el lenguaje y las diferentes tipologías de este accesorio de la moda. Una cuidada disposición de las piezas, así como juegos de luces y sombras, enriquecen un recorrido por la historia de un adorno personal cuya relevancia ha ido cambiando con los tiempos.

Jesús Pérez Morera, profesor de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, y la historiadora Milagros Álvarez Sosa, conservadora de la Casa Museo, son los comisarios de una exposición que surge de una selección de entre la amplia colección de abanicos de los siglos XVIII, XIX y principios del XX que reunió Cayetano Gómez Felipe, para quien, además, este objeto fue determinante en su vida. “Esta primera exposición temporal de la Casa Museo se realiza en recuerdo del primer encuentro de Cayetano Gómez Felipe con su futura esposa, Elena García Tavío, en 1940, cuando este coleccionista, con motivo de la Bajada de la Virgen de las Nieves, expuso por primera vez sus abanicos a la mirada del público en Santa Cruz de La Palma”, explica uno de los carteles. La joven, que se encaprichó en uno de ellos, quiso también conocer a su propietario. “En su encuentro conectarían de tal manera que, cinco meses después, finalizaría en boda”, se recuerda en el texto. Y añade a continuación: “Un abanico se convertiría, de este modo, en un mediador en la historia de amor de ambos”.

Según detalla Álvarez Sosa, en las salas dedicadas a la exposición se puede apreciar “no solo el abanico familiar del siglo XVIII de Cayetano y que lleva en el cartel de la exposición su hermana Remedios Gómez Felipe, sino también otros abanicos exquisitos y de diferentes tipologías, además de una sección dedicada a su lenguaje”. Se ha realizado una división por temáticas: hay piezas de boda, de luto, conmemorativas y de gusto oriental. Incluso, un rincón está dedicado a varios ejemplares de los denominados de las mil caras, decorados con láminas de marfil pintadas y acompañados de sus correspondientes cajas lacadas en negro y decoradas en seda con motivos vegetales y aves. Asimismo, están los de pericón, de gran formato, que algunas féminas utilizaban para ocultarse detrás de ellos. Enmarcada en el XXI aniversario de la declaración de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad, la muestra evidencia la relevancia que adquirió un objeto que, aunque ha ido perdiendo protagonismo, llegó incluso a ser utilizado como elemento de coquetería y como un recurso para transmitir mensajes.

“La tradición atribuye el invento del abanico en Oriente a la hija de un mandarín que, sofocada por el calor, se quitó el antifaz que preservaba su intimidad y, con gesto nervioso, lo agitó ante su nariz llegando a formar una cortina que, además de lograr que su rostro siguiera invisible para los curiosos –por estar prohibida su visión a los hombres–, refrescó el aire que la circundaba; el gesto fue imitado por el resto de las damas que la acompañaban, para generar alivio”, se expone en otro cartel de esta iniciativa, realizada en colaboración con la Concejalía de Patrimonio Histórico y que también ha contado con el apoyo del área de Cultura y del TEA (Tenerife Espacio de las Artes).

La conservadora de la Casa Museo apunta que, en el siglo XIX, el abanico aumentó su popularidad y llegó a todas las clases sociales. “Estos se mantuvieron como un accesorio de moda popular hasta el período de la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, aparecieron los abanicos publicitarios, adquiriendo una nueva funcionalidad”, añade.

Ante las restricciones sanitarias, para visitar la muestra es necesario informarse de los horarios de visita y reservar por teléfono o en la tienda de la Casa Museo Cayetano Gómez Felipe, ubicada junto a la torre de La Concepción. Esta institución museística, que enriquece la propuesta cultural lagunera desde 2019, abre de martes a sábado de 10:00 a 20:00 horas, mientras que los domingos lo hace de 11:00 a 16:00.