La caída de cascotes del Bloque 53 de la Urbanización Padre Anchieta, ubicado en las inmediaciones de la iglesia de San Juan, obligó en la tarde del domingo al vallado de la zona. Hasta allí se desplazaron efectivos tanto de los Bomberos como de la Policía Local. Lo ocurrido coincide con una queja de la Asociación de Vecinos Padre Anchieta, que había criticado en los últimos días las labores que se están realizando y el ritmo al que avanza la Actuación de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU).

Fuentes oficiales de la Gerencia de Urbanismo detallaron este lunes que el lugar fue vallado y que se procedió a la retirada de los cascotes que tenían más peligro de desprendimiento. “No obstante, en la Urbanización se han estado dictando órdenes de ejecución para la adopción de medidas de seguridad en las edificaciones, para lo cual se está trabajando conjuntamente con Muvisa para la realización de estos trabajos”, añadieron desde la entidad.

“El ARRU va muy mal y la Asociación de Vecinos no está informada de lo que se va a hacer”, había lamentado el nuevo presidente del colectivo, Pedro Noda, en un reportaje publicado el domingo en este periódico, en el que también advertía del estado general de este enclave. “Ahora se está trabajando, pero muy lento y con poco personal; la segunda fase, que se paró a principios de la pandemia, debería estar ya a más de la mitad”, dijo sobre un plan de rehabilitación dirigido a este ámbito, que está compuesto por 137 bloques repartidos entre San Benito y San Juan.

Noda y su equipo también mostraron sus discrepancias con los trabajos que se están realizando en las cornisas de los edificios. “Nos parece un gasto de dinero innecesario, puesto que deberán volver a actuar otra vez”, manifestó el presidente. Son unas actuaciones en las que los citados elementos son retirados en los tramos en los que se encuentran menos consolidados o en peor estado. Ante eso, la opinión de los representantes vecinales es que “lo están haciendo mal, porque lo deberían hacer todo”.