Alberto Cañete del Toro, octavo teniente de alcalde y concejal de Educación, Juventud y Desarrollo Local -incluida en el área de Bienestar Social y Calidad de Vida-, falleció ayer de forma repentina en su domicilio. Militante de Izquierda Unida Canaria (IUC) -representaba a esta formación en Unidas se Puede La Laguna-, en su biografía resalta haber sido un destacado cantautor y sobresaliente integrante del colectivo que rescató e impulsó el movimiento musical en la Isla durante la Transición.

Desde ayer, las banderas ondean a media asta en la Casa Consistorial de La Laguna al decretar su alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, tres días de luto. "Una terrible noticia para cuantos tuvimos oportunidad de trabajar junto a él. Todo mi cariño y comprensión a sus familiares y amigos", tuiteó el regidor lagunero.

Alberto Cañete (59 años) deja mujer y dos hijos. Las honras fúnebres tendrán lugar hoy, a las 13:20 horas, en la capilla del tanatorio de Servisa, cuya capacidad se limita a 36 personas como medida preventiva contra el coronavirus. A las 12:00 horas tendrá lugar la ceremonia de su cremación. Todo apunta a que su óbito fue causado por un fallo cardiaco.

Empleado de la Caja General de Ahorros de Canarias (CajaCanarias) desde 1979 a 2011, desarrolló funciones administrativas, comerciales y de gestión cultural llegando a ser responsable de la Obra Cultural, además de haber ejercido como delegado sindical durante 15 años y, por el periodo de un año, como consejero general.

"Gracias, compa" le sirve a Rubens Ascanio, primer teniente de alcalde y líder de la formación política en la que militaba Cañete, de despedida pública de "nuestro amigo y compañero". "Su corazón, lleno de canciones, poemas, luchas y esperanzas, dejó de latir dejándonos con un dolor inmenso". Palabras con las que define a una persona considerada progresista, culta y comprometida. Ascanio pone en valor el "trabajo inmenso" de Cañete para terminar asegurando que "hemos perdido un puntal inmenso de Unidas se Puede y en el Ayuntamiento, un hombre que ofreció todo al servicio de su municipio".

Alberto Cañete se solía mostrar fiel a sus ideas. Eso se puso de manifiesto en los primeros compases de su andadura en el Consistorio lagunero, en julio de 2019. Se debatía en el pleno una modificación presupuestaria que tenía como destino la financiación del Plan Estratégico de Subvenciones, con partidas dirigidas al Obispado y a la Junta de Hermandades y Cofradías de La Laguna. Unidas se Puede, que en la oposición mantuvo una postura crítica con las aportaciones a instituciones religiosas, decidió votar a favor. Cañete también lo hizo, pero pidió la palabra. "Como representante de Izquierda Unida en Unidas se Puede, y aceptando la obvia y necesaria disciplina de voto, pero, atendiendo al ideario y preceptos de mi formación política y los míos propios, debo decir que difiero de la decisión de sufragar con dinero público las acciones y actividades, así como el sostenimiento de cualquier grupo, congregación o institución de carácter exclusivamente religioso", manifestó al Pleno.

Fuerte en la discrepancia

Convencido de su labor municipal, no rehuía el debate ante la crítica. Eso se ponía especialmente de relieve en Twitter, donde en ocasiones llegaba al enfado indisimulado. Coalición Canaria (CC) lamentó el pasado mes de julio la gestión de la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) para Taco y La Cuesta, a lo que Cañete respondió con un prolijo artículo en el que expresaba su visión de la política local; más recientemente, en el pleno de septiembre, las concejalas Elsa Ávila (PP) y Atteneri Falero (CC) discreparon del papel desempeñado por el Ayuntamiento en la vuelta a las clases y, de nuevo, el edil contestó ampliamente. "Y yo no me pongo de perfil", dijo en mitad de aquel punto plenario después de que días antes desde la formación conservadora hubiesen recogido esa expresión en una nota de prensa. Otro de los casos más recientes ocurrió a finales de septiembre, cuando salió al paso de unos reproches en materia de Juventud: "Las declaraciones vertidas por el principal partido de la oposición acerca de que la Concejalía de Juventud y su responsable derivan dinero público para promocionar las juventudes de su partido no solo son falsas, sino que intentan menoscabar la labor del consistorio".

Lo de las discrepancias con CC fue uno de los aspectos que marcaron su trayectoria en el Ayuntamiento de La Laguna. No compartía su forma de hacer política. El pleno del pasado jueves dejó una escena diáfana. "Es que es tremendo?", dijo cabeceando, mientras miraba al concejal Santiago Pérez (Avante) y a la parte trasera del salón, en uno de los picos de tensión que se registraron durante la tarde con la bancada nacionalista. Precisamente en esa sesión, y en el punto más controvertido -sobre la "defensa del orden constitucional", propuesto por el PP-, Cañete dio cuenta de sus raíces ideológicas: "Voy a contar un pequeño cuentito, una historia", arrancó su intervención. Habló entonces de su padre, que estuvo encarcelado por defender la República y al que en 1978 acompañó a votar la Constitución. "Lo vi votar al con lágrimas en los ojos", relató.