El equipo de gobierno y la oposición chocaron sobre la importancia de la okupación durante el pleno celebrado ayer en el Ayuntamiento de La Laguna. Una moción presentada por la concejala del Partido Popular (PP) Elsa Ávila dio lugar al punto más amplio y de mayor debate, y que se saldó con el texto sobre la mesa -lo que en el argot plenario viene siendo que se queda para una siguiente sesión- y el compromiso de la partes, eso sí, de celebrar una reunión y volver a tratar el asunto en otro pleno.

El edil de Bienestar Social y Calidad de Vida, Rubens Ascanio (Unidas), precisó posteriormente a los medios que a partir de ahora se van a "abordar los datos con presencia de los grupos y los técnicos de recursos alojativos, entidades sociales, vecinales, Policía Local, trabajadores sociales...". En el debate plenario, el líder de la coalición de izquierdas había tratado conjuntamente los problemas habitacionales y la okupación, lo que generó el choque con la oposición (CC, PP y Cs), que ve en lo segundo un asunto con entidad propia.

En la línea de sus manifestaciones de las últimas fechas, Ascanio dirigió el foco a las familias sin hogar, le puso "cara de mujer" a los okupas, sostuvo que el problema de la okupación "no es algo que esté extendido" y se refirió a las viviendas vacías. Santiago Pérez (Avante) le brindó apoyo en dos ocasiones. Por el contrario, los grupos que no pertenecen al gobierno mostraron su preocupación con las necesidades habitacionales y las personas sin hogar, pero también defendieron que la okupación es otra problemática que requiere solución.

Búsqueda de un "plan eficaz"

El objetivo de los populares con su propuesta era la creación de un "plan eficaz" para luchar contra la okupación ilegal de viviendas, agilizar el desalojo de okupas y garantizar la convivencia. "El PP quiere diferenciar la okupación ideológica, que supone una flagrante violación de la propiedad privada, de las familias necesitadas", matizó Ávila. Aunque indicó que la situación lagunera es mejor que la del conjunto del Estado, se detuvo en diferentes zonas afectadas, especialmente en Barrio Nuevo, al igual que en San Lázaro, San Diego o La Manzanilla.

Ascanio fue el siguiente en intervenir. El líder de Unidas se Puede dijo estar en contra de los allanamientos de morada, pero añadió: "Otra cosa es cuando la casa está desocupada o no constituye la vivienda de nadie". El concejal de Ciudadanos (Cs) Juan Antonio Molina fue uno de los que se mostraron más disconformes con las tesis del responsable de Bienestar. Letrado además de edil, Molina advirtió de que no se está dando respuesta para aquellos inmuebles que se quedan temporalmente vacíos entre un alquiler y otro o a la espera de unas obras. También manifestó que las personas que tienen esas casas alquiladas son ahorradores que han invertido o bien que las recibieron por herencia, donde también subyace el esfuerzo familiar. "Cuando okupan una casa no van al Registro de la Propiedad a seleccionar si es de un banco o de un particular, sino que se meten", expresó.

Ascanio citó un informe del proyecto Base 25, de Cáritas, para cifrar en once las casas okupadas en La Laguna en 2019. "Me veo a Fátima, a Omayra...; familias con niños pequeños, estigmatizados...", agregó. "No podemos utilizar de escudo a esas personas que están en una situación muy complicada", le afearía más adelante Molina sobre esos planteamientos.

"Estamos mezclando temas; el problema de la okupación existe y el de la vivienda, también", sintetizó Candelaria Díaz (CC). Y prosiguió: "La okupación existe, y no porque lo digan las redes o nosotros, sino porque ya se ha emitido una instrucción de la Fiscalía General del Estado". Al tiempo que apuntó que son Podemos y el Partido Socialista (PSOE) los que gobiernan ahora, abogó por estar "juntos de verdad" y tendió la mano para hallar soluciones. Su frase de pedir centrarse en el presente y en la que se refirió a la distinta forma de hacer política de CC llevó a que Ascanio dijese: "Fuimos destructivos con la golfería, y lo logramos".