El miedo es libre, pero combatirlo es mucho más satisfactorio que sacar la bandera blanca ante el primera adversidad. La Laguna no se rinde. Anoche, el casco histórico se lleno de vida para disfrutar con la programación de La Noche del Patrimonio. Siete edificios emblemáticos -al final de cayó de la agenda el Convento de Santa Clara- recibieron a miles de ciudadanos. "Esta es una oportunidad para recuperar la normalidad, o como la llaman ahora la nueva normalidad", señala Alicia a las puertas del consistorio de Aguere.

El Ayuntamiento, precisamente, fue una de las siete paradas señaladas en una guía a la que también se sumaron el Antiguo Convento de Santo Domingo, el Palacio Lercaro, la Casa Ossuna, la Catedral, el Palacio Salazar y la Casa Museo Cayetano Gómez Felipe.

Cuando el reloj de La Concepción marcó las nueve de la noche, otras 14 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad (Álcala de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza -isla en la que estrenó su último espectáculo coreográfico la tinerfeña Paula Quintana-, Mérida, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda- ya celebraban una fiesta planificaba para revivir al sector cultural y, a su vez, a las economías locales de estos 15 escenarios nocturnos: en el caso de La Laguna, por ejemplo, el tránsito por los alrededores de La Concepción, la Catedral o la Plaza del Adelantado fue continuo durante varias horas.

Miles de mascarillas, un sinfín de dispensadores de gel hidroalcohólico y, sobre todo, mucha distancia social marcaron la cita de uno de los patrimonios más selectos del país con la luna. La Laguna poco a poco, al igual que el resto de la humanidad, le está ganando ganando la batalla a la crisis sanitaria. ¡Ya queda menos!