¿En qué situación se encuentra actualmente el casco histórico?

La declaración de Patrimonio de la Humanidad ha marcado la vida del centro de la ciudad. Hay un antes y un después, y eso ha llevado a un montón de aspectos muy positivos y a otros que habría que mejorar. Se ha recuperado la calle para el vecino y ahora podemos caminar como no se hacía antes, ha aumentado el turismo? Frente a eso nos encontramos con algunos problemas que hay que intentar resolver en un futuro próximo.

¿A cuáles se refiere?

Es momento de hacer una revisión del Plan Especial de Protección del casco para, por ejemplo, potenciar las viviendas y que haya vecinos; que La Laguna sea una ciudad viva. Hace falta analizar algunos elementos vinculados al adoquinado, así como el cableado y la fibra óptica. También queremos que se cumplan las ordenanzas: la entrada de camiones, el problema del ruido, los captadores de ONG, la mendicidad, los músicos callejeros, las bicicletas, las patinetas? Y en materia de infraestructuras se requiere un centro ciudadano, así como espacios deportivos.

En ese escenario, y usted que fue profesor, ¿qué nota le pondría a la ciudad?

Como buen docente exigente, le podemos poner un siete.

¿En qué medida cree necesario el nuevo Mercado?

Es urgente que la Recova vuelva a la plaza del Adelantado. Al problema del barranco habrá que darle una respuesta rápida, porque, si se pudo hacer el juzgado y se arregló la canalización, no sé qué es lo que pasa ahora y qué es lo que falla para que no se pueda sacar adelante la nueva instalación. Es por eso que nos hemos dirigido al Consejo Insular de Aguas, porque ya no sabemos quién tiene razón. Hemos acudido a él para que nos informe cuál es la realidad de ese asunto. Después hay un proyecto aprobado que salió de un concurso de ideas, que igual se debe readaptar a las circunstancias; pero yo no creo que haya que prescindir de él.

¿Le preocupa el Ateneo?

Me preocupa el Ateneo, el Orfeón..., todas estas instituciones que han sido ejes vertebradores de la cultura de la ciudad y de la Isla y que hoy están en crisis de socios y económica.

¿Qué opina de la gestión patrimonial en la ciudad?

La Concejalía nos reunió a los que estábamos participando en el antiguo Consejo de Patrimonio tras la nueva Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, y nos dijo que había que cambiarlo. Esa norma les da a estos órganos un carácter muy técnico, pero también deja abierta la posibilidad de la participación social. Más allá de eso, lo que nos preocupa sobre todo es el velatorio de la plaza del Cristo. Ahí hay una serie de trámites que ahora mismo no sabemos si se han hecho correctamente o no, como que se cambie un plan director sin una información pública. Nosotros no queremos el velatorio, sino alternativas, que las hay.

Desde Casco Histórico han insistido durante años en el problema que suponen los captadores de ONG para quienes tienen que transitar en el día a día las calles peatonales. ¿Percibe que se están multiplicando?

No creo que se estén multiplicando; lo que pasa es que se han diversificado los espacios. Antes no veías un captador de ONG en Heraclio Sánchez y ahora sí, porque buscan las zonas por donde camina la gente. A mí me da lástima por los jóvenes que trabajan en esa actividad, que además me consta que no tienen un buen sueldo; sin embargo, el problema es el acoso a los mayores y a todo el mundo. Nosotros hemos dado alternativas: que pongan una mesa informativa y que el que esté interesado se acerque.

Nombraba la calle Heraclio Sánchez... ¿Cómo ha visto su reciente peatonalización?

La peatonalización de Heraclio Sánchez considero que es buena. Con lo que no estamos de acuerdo es con la forma, el cómo se desarrolló; un proceso carente de participación ciudadana. Que tú te levantes una mañana y te encuentres un cartel que diga que al día siguiente no pasan los coches porque se va a peatonalizar es un poco duro. Eso ya se lo hemos hecho saber al grupo de gobierno y lo hemos criticado en las redes. A partir de ahí, el Ayuntamiento intentó informarnos. Ahora habría que acelerar el proceso con el urbanismo táctico.

Precisamente esa actuación ha supuesto la pérdida de aparcamientos. ¿Cree necesaria la búsqueda de nuevas zonas para estacionar en el casco?

El Plan Especial establecía una serie de puntos de aparcamiento que hoy mismo están a medio cumplir. Ha sido un éxito lo de Las Quinteras, aunque está claro que habría que haberle sacado más plazas; lo mismo ocurre con los párquines de El Remojo y el Cristo, este último colmatado y que con el velatorio se va a ver más agravado. Falta un espacio en la zona alta. Por otra parte, yo creo que ahora mismo habría que intentar que el Ayuntamiento y la Universidad de La Laguna (ULL) pudieran sacar un buen aparcamiento de tres plantas en el Campus Central, junto al Intercambiador, a compartir entre la ULL y vecinos.

¿Siguen apostando desde la Asociación por la zona verde de reserva?

Sí. También hemos venido pidiendo al consistorio que se experimente con esa solución, lo que ocurre es que ni al anterior ni al actual grupo de gobierno los veo demasiado lanzados al desarrollo de esta idea. Consistiría en que, a partir de una hora del atardecer, se establezca un aparcamiento determinado, por ejemplo en Heraclio Sánchez, en Candilas o en otras calles, donde el vecino residente pueda aparcar, y a las ocho o las nueve de la mañana quede otra vez abierto para todo el mundo.

¿La Laguna profunda, esa de las tradiciones, la historia..., cómo está de salud?

La Laguna profunda es una de las grandes carencias que existen en la actualidad en el ámbito patrimonial. La declaración de Patrimonio Mundial no es solo la alineación de las calles, las casas terreras y los grandes edificios. Está todo ese patrimonio profundo que hay que rescatar, investigar y difundir para protegerlo. Esa es una de nuestras preocupaciones y para eso hemos realizado diferentes iniciativas.

¿Qué tal la relación de la Asociación Casco Histórico con el actual equipo de gobierno?

Nosotros hemos mantenido unas buenas relaciones con todos los grupos de gobierno. Siempre hemos sido críticos con aquello que pensamos que hay que mejorar, y siempre aportando propuestas y soluciones alternativas; sin embargo, nunca nos hemos negado a participar. Con el actual equipo de gobierno nos hemos reunido ya varias veces con todos los concejales y en dos o tres ocasiones con el alcalde. Hemos tenido buena sintonía; se ve predisposición a resolver y a tener en cuenta al vecino. Pero digo una cosa, que también era una carencia anterior: yo no quiero solo que me pregunten, sino poder debatir y participar con los demás colectivos sobre determinados temas; es decir, la participación ciudadana no es solo de papel, sino de voluntad política para tenerla en cuenta.