Las maderas y restos de poda afectados en La Laguna por las termitas subterráneas irán a un espacio en Valle de Guerra que el Cabildo de Tenerife ha dispuesto para este uso. Se trata de una parcela habilitada en las últimas fechas y a la que el Ayuntamiento tenía previsto trasladar, a través de la compañía Urbaser, unos primeros residuos, mientras a partir de ahí sería la empresa Tragsa, contratada por la institución insular, la que se encargaría de realizar recogidas a demanda de los vecinos afectados, según explicó el concejal de Medio Ambiente, José Luis Hernández.

El objetivo es que esos materiales puedan ser procesados siguiendo un protocolo establecido, suscrito por el Cabildo y el consistorio lagunero. "En esta primera fase de control se ha constatado que uno de los puntos débiles es el hecho de que existen muchos restos de podas de jardines y enseres de madera que se están moviendo por el territorio, sin las preceptivas medidas de seguridad, por lo que se hace preciso poner en marcha un protocolo de actuación en este sentido", recoge ese documento sobre una de las claves que llevaron a que preparara esta parcela.

"De acuerdo con los datos disponibles se constata que esta especie fue detectada en Tenerife en la primera década de este siglo, si bien no es hasta el año 2017 que se toma conciencia del problema generado por esta termita, debido a los daños que se estaban produciendo en viviendas del municipio de Tacoronte", recuerda el texto. "Desde entonces se han empezado a realizar acciones tanto administrativas como sobre el terreno para el control y erradicación de esta especie en la Isla", añade, mientras que más adelante expresa que, "para frenar su expansión mediante material contaminado, es preciso habilitar una parcela vallada en la zona, para que estos restos vegetales y enseres estén bajo estricto control y se puedan llevar a cabo las labores de desinfección, antes de transportar estos materiales fuera del lugar".

El plan de actuación establecido contempla tres fases, como son la recogida de material en las viviendas y su transporte al punto de control, el tratamiento posterior y el desplazamiento hacia un vertedero autorizado.

Proceso de astillado

Los restos recogidos en los domicilios serán depositados en el recinto habilitado para tal fin, dentro de unas bandejas de metal y cubiertos por una lona u otro material que no permita que el viento pueda esparcir restos de estos elementos. "Este material se someterá a un proceso de astillado por medio de una trituradora, con una frecuencia de astillado irá en función del volumen de restos depositados, como mínimo cada quince días naturales, y será realizado por la misma empresa que lleva a cabo la recogida", se fija en el protocolo. "Inmediatamente después de esta fase se hará un tratamiento con un biocida autorizado para tal fin, tarea que ejecutará la empresa pública Tragsa-Tec dentro del encargo realizado por el Cabildo de Tenerife, referido a la puesta en marcha de un Plan de Actuación de Medidas Urgentes y la Elaboración de una Estrategia de Gestión, Control y Erradicación de la Termita Subterráneas en la isla de Tenerife", precisa.

Una vez efectuado el tratamiento y verificado que el material esta exento de termitas, se procederá a su traslado al vertedero. El transporte se realizará en un recipiente "determinado para tal fin", que debe garantizar que los restos no puedan ser esparcidos durante el recorrido. Esta actuación la llevará a cabo la empresa municipal de recogida de residuos urbanos de La Laguna.