La brecha digital que sufren muchos lugares aislados, como es el caso de Anaga, podría ser fatal en situaciones críticas. ¿Qué ocurriría si en el momento más inoportuno, como puede ser un problema de salud grave de un vecino, la cobertura móvil se negase a permitir una llamada de auxilio? El Ayuntamiento de La Laguna, para hacer frente a situaciones de ese tipo, ha implantado un sistema de emisoras en los caseríos de El Batán y Las Carboneras coincidiendo con la declaración del estado de alarma.

El concejal del Parque Rural de Anaga, José Luis Hernández, explicó que, cuando se activó Plan de Emergencia Municipal, él alertó de que tenían un problema de comunicación en los núcleos de la Anaga lagunera, como El Batán, Bejía o Las Carboneras. "Por ejemplo, en el último caso, justo unos meses antes, las comunicaciones estaban saturadas y había días en los que la gente no podían utilizar los móviles", detalló. "Luego eso se solucionó porque algunas empresas ampliaron las líneas de los repetidores que tienen ahí; pero está todo cogido con pinzas", manifestó sobre unas circunstancias que superan las competencias del consistorio.

El caso de El Batán es complejo. "Dependen de un repetidor que está entre esta zona y Bejía, y ese dispositivo, a veces, cuando se va la luz, hace que la gente se quede sin conexión", detalló el político de Unidas se Puede, y añadió que han tratado de que la compañía responsable lo solucione.

Sea como fuere, la alternativa son esas emisoras como vía para facilitar las comunicaciones. "Lo que se hizo desde el Plan de Emergencia Municipal fue mandar a unos técnicos y formaron a unos vecinos de El Batán y Las Carboneras, y les han dejado unos equipos con esa tecnología", prosiguió Hernández.

Uno de los residentes que colaboran con esos sistemas es Emiliano Ramos, de El Batán, que celebró la iniciativa y, sobre todo, que de momento no haya hecho falta su uso. Al mismo tiempo también puso de relieve que este no es un problema nuevo, sino que llevan años quedándose incomunicados cuando deja de funcionar el fluido eléctrico, lo que entiende que se podría solucionar con la instalación de una placa solar o con alguna otra fórmula.

Ramos está encargado de la emisora junto a su esposa, Magdalena Martín. Él fue miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos Cuevas de Lino durante más de dos décadas y en la actualidad sigue colaborando, mientras que su mujer es miembro actualmente del colectivo. Así es que cuentan con la llave del local y, ante cualquier emergencia, su labor consistiría en acudir hasta allí, abrir y dar la voz de alarma. Si eso nunca sucede, no será mala señal.

Los problemas de telecomunicaciones de El Batán no se circunscriben a que no se pueda llamar por teléfono si hay un fallo eléctrico. "Nosotros, desde el apagón analógico, nos quedamos sin ver la Televisión Canaria ni otras cadenas", apuntó Emiliano Ramos, que, como vecino de la zona y representante vecinal durante años, se conoce al detalle las carencias del lugar. "Nos pusieron aquí unas parabólicas para ver unos canales. Vemos A ntena 3, Telecinco, La 1? y un par de ellos más, como Nova", añadió sobre una oferta limitada y en la que no hay contenidos del terruño más allá de lo que puedan ofrecer las televisiones nacionales. Ramos confió en que los repetidores de Taborno y la Cruz del Carmen permitan próximamente la esperada señal.

La cobertura de solo dos compañías de telefonía -Movistar y Yoigo- llega hasta esta zona enclavada entre montañas, mientras que lo de Internet es todavía más complejo. De lo que disponen es del denominado Internet rural. Es posible conectarse desde el centro ciudadano o bien contratarlo de forma particular desde los domicilios, pero la velocidad no es más alta. Emiliano Ramos lo explicó de forma elocuente: "Va a paso carreta".