El obispo nivariense presidió en la Catedral de La Laguna, la Misa en la Cena del Señor. Un Jueves Santo inédito ya que debido al actual estado de emergencia sanitaria que vive nuestro país, el principal templo de nuestra diócesis acogió el inicio del Triduo Pascual, a puerta cerrada y sin fieles. La celebración fue retransmitida en directo por los medios digitales de la diócesis y por Mírame TV. Otra particularidad de este día del amor fraterno fue la supresión del lavatorio de los pies. Asimismo, no hubo monumento. Al finalizar la Eucaristía, la reserva del Santísimo se realizó en el Sagrario de la Catedral para la comunión en los cultos del Viernes Santo.

El obispo comenzó su homilía saludando de forma especial a las personas mayores y a los enfermos y agradeció a Mírame TV por prestarse a llevar a todos los hogares de Canarias esta celebración. Álvarez indicó que con el Triduo Pascual, celebramos los tres momentos más decisivos de la vida de Jesucristo.

El prelado nivariense interpeló a quienes seguían esta celebración preguntándose: ¿Se puede mandar a alguien a amar? "El amor, ¿no es algo que debería brotar de nuestro corazón? Pues sí. El amor puede ser mandado porque antes nos ha sido dado".

Por último, Álvarez pidió a Dios que nos lave a todos los pies. En la celebración se pidió especialmente por tantas personas que han acogido y entendido el mandamiento del amor fraterno, como destacó en su homilía el prelado nivariense.

La celebración del Viernes Santo también se podrá seguir por los medios digitales de la diócesis y por Mírame TV este viernes 10 de abril, a partir de las 12:00 horas.