La calle Heraclio Sánchez en La Laguna vivió ayer una celebración que seguro recordarán sus vecinos, pero que será inolvidable para Rafaela Cabrera, que cumplió 90 años sin poder salir de casa ni abrazar a los suyos, pero que recibió todo el cariño y afecto de quienes están a su alrededor.

Sus hijos le habían preparado una fiesta muy especial, en la que participaron cuatro agentes de la Policía Local que animaron con las luces y sirenas de sus motos a la cumpleañera, que saludaba emocionada a sus vecinos mientras estos le cantaban el cumpleaños feliz.

Su hija, Nieves Pérez, asegura que ha sido muy difícil "no hacer lo que hacemos siempre, almorzar con ella y llenarla de abrazos y besos", pero insiste en que evitando ir a verla "la familia la está protegiendo", ya que por su edad se encuentra dentro del colectivo más vulnerable al Covid-19. Rafaela vive con Olivia, una cuidadora que la atiende y la cuida y que ha sido parte importante en esta sorpresa.

"Preparamos una pancarta para que ella la colgara en el balcón", comenta Pérez, con el objetivo de que los vecinos conocieran que estaba de cumpleaños y que además se trataba de una cifra muy especial. Sin embargo, Rafaela no se mostró muy convencida de que eso estuviera permitido. "Le dijo que no se podía colgar nada, que la iban a multar", añade. Por lo que, al escuchar el sonido de las sirenas, "al principio no quería salir", pero tras convencerla se llevó una buena sorpresa al comprender que el barullo era solo por su cumpleaños.

Muy emocionada, Rafaela Cabrera apenas podía hablar varias horas después de que terminara la celebración. "Me ha gustado mucho, ha sido una sorpresa muy bonita", asegura.

Para ella también está siendo muy duro estar separada de su familia y pasa los días de confinamiento esperando que esta situación acabe. Mientras tanto, no se pierde ninguno de los aplausos que cada día a las 19:00 de la tarde dan ánimo a los sanitarios que trabajan contra la enfermedad. Lo que no podía imaginarse es que ayer ella también recibiera un merecido aplauso por su cumpleaños.

Además de la celebración en la calle, donde muchos de sus vecinos se asomaron a los balcones para felicitarla, Rafaela también ha podido ver varios vídeos a través de los que ha recibido el cariño de toda su familia. "Hemos pedido a amigos y familiares que participen, incluso a los que viven en La Palma", añade su hija, ya que Rafaela nació en esta isla hace ahora 90 años aunque lleva desde la década de los 50 residiendo en La Laguna. "Vino a Tenerife a hacer un curso en la universidad y conoció a mi padre, así que es ya más lagunera que palmera, aunque lleva a su isla de nacimiento en el corazón", aclara su hija.

Nieves también quiso agradecer a los agentes de policía esta solidaria actuación, así como a los vecinos que se sumaron a la celebración. "Nunca lo olvidaremos", añade.

"Está siendo muy duro estar separados de ella", aclara Nieves, ya que tienen una relación muy estrecha. "Los hermanos nos turnamos para ir a verla todas las tardes y también los domingos", señala. Además, todo se hace todavía más difícil porque Rafaela "no entiende bien qué es lo que está pasando" y quiere que sus hijos "vayan a su casa a hablar con ella" y continuamente se pregunta "quién ha decretado esto que está enemistando a las familias".

Sin embargo, Nieves afirma que lo que tiene que saber "es que todos nos morimos por ir allí a besarla y abrazarla", pero que no haciéndolo velan por su salud. Por eso, confían en que esta situación "acabe lo antes posible" para poder de nuevo reunirse con ella.