El Aeropuerto Tenerife Norte vivió ayer la primera de las jornadas con restricciones en las conexiones aéreas con la Península. Durante el día, tan solo seis vuelos unieron este aeródromo con el continente europeo puesto que los servicios mínimos únicamente contemplan dos vuelos entre Madrid y Tenerife Norte y otros dos entre Barcelona y Tenerife Norte; un vuelo entre Bilbao y Tenerife Norte y otro más hacia Sevilla. A esto se unen las conexiones entre las Islas que, en el caso de Los Rodeos, estarán operadas al completo por Binter, aunque no se han determinado cuántas serán desde este punto. Se concentran, de este modo, todos los vuelos internacionales en el sur de la Isla.

Con todo, el día ayer fue tranquilo en el Aeropuerto de Los Rodeos, debido al increíble bajón de actividad que trajo aparejado la restricción de las conexiones aéreas. La mayor parte de las personas que acudieron ayer a este espacio, más que para coger aviones, lo hicieron para cambiar sus vuelos y tratar de adelantarlos en el tiempo, en la medida de lo posible. De este modo, las colas se formaron en los mostradores de venta de billetes de las tres compañías que operan con la Península: Vueling, Air Europa e Iberia.

El grupo de los bilbaínos

Uno de los grupos que más problemas presentaron fue el de los bilbaínos. Muchos habitantes del País Vasco acudieron al Aeropuerto desde primera hora de la mañana para conseguir un vuelo con el que volver a casa. Unai Goitia estaba en La Palma de vacaciones y, ante la situación que se está viviendo en España, trató de adelantar su vuelo de vuelta a casa desde la Isla Bonita. Ante la imposibilidad de conseguir un vuelo, viajó en barco ayer por la mañana hasta Tenerife y se dirigió directamente al Aeropuerto. "Me han anulado ya tres vuelos y en los mostradores nunca me han dado la opción de arreglar nada, siempre me dirigen a la página web", relató un tanto desesperado puesto que no tiene en la Isla ningún lugar en el que pasar la noche. Y es que en compañías como Vueling no le dieron otra opción de vuelo antes de mañana, lo que le obliga a pasar dos noche en Tenerife, donde no conoce a nadie.

Itziar Elorriaga también trataba ayer de volver a Bilbao. Ella y su marido -quien ayer optó por quedarse en el apartamento donde estaban pasando sus vacaciones para cumplir con el confinamiento impuesto- llegaron a la Isla el pasado día 8 y deberían haber vuelto a casa el martes pero la compañía canceló el vuelo y su única opción es permanecer en Tenerife hasta el domingo cuando le dan la opción de viajar hasta Bilbao, pero con una escala en Barcelona de once horas.

Laia Molinillo y su pareja también acudieron ayer al Aeropuerto para conseguir información puesto que ya sabían que su vuelo estaba cancelado. A pesar de que su compañía les garantiza dos plazas para volver a casa el domingo, la pareja no se quiso arriesgar y desembolsó ayer 1.200 euros por dos pasajes a Bilbao con Air Europa para el domingo. Molinillo y su novio llegaron a la Isla el pasado martes y tendrían que haberse ido ayer. Las modificaciones de vuelos les obligaron, además, a buscar un nuevo lugar en el que pasar las noches de más en la Isla, por lo que a los 1.200 euros de los pasajes se une además la estancia en un nuevo apartamento: "Lo buscamos con cocina para poder hacer la cuarentena como cualquier otro vecino en Tenerife. Solo estamos saliendo para hacer la compra y para venir al Aeropuerto en busca de información".

Narkis Balenciaga es de Zarauz (Guipúzcoa) y llegó a la Isla con su esposa y sus dos hijos el pasado viernes. Tendrían que regresar a casa mañana pero ayer llegaron a Los Rodeos desde bien temprano para tratar de cambiar el vuelo de vuelta. Su compañía no les dio la opción de modificar la vuelta por lo que compraron cuatro billetes nuevos con Iberia para la tarde de ayer, aunque con una escala en Madrid, donde tendrán que pasar noche. La familia reconocía que habían tenido suerte con el alojamiento en la Isla, puesto que no habían tenido que ampliar su estancia, sin embargo aprovecharon la ocasión para demandar más facilidades y ayudas por parte de las aerolíneas.

Injusticias

Lourdes García es de Bilbao también y, aunque iba a permanecer aún un tiempo en el sur de Tenerife, donde pasa largas temporadas cada año, ayer se trasladó al Aeropuerto de Los Rodeos para tratar de adelantar su vuelo de vuelta. "Pertenezco a un grupo de riesgo porque tengo más de 70 años y EPOC, así que creo que lo mejor es recluirnos y no salir para nada pero si veo que hay posibilidad de volver a casa, y ya que otras personas lo están haciendo, pues yo también quiero intentarlo", relató ayer la bilbaína ataviada con una mascarilla.

Viajó desde el sur de la Isla en guagua, acompañada por cuatro extranjeros, y cuando llegó a Los Rodeos no dudó en denunciar las situaciones injustas que viven muchas personas que quieren retornar a sus hogares estos días y no tienen la ayuda de compañías aéreas. "No es de recibo lo que veo porque estamos hablando de grandes cantidades de dinero y no se puede tratar a la gente así", dijo.

Antonio Torres trataba ayer de conseguir un pasaje para él y otro para su mujer para volver a Ibiza pero se mostraba desesperado ante la falta de información. Y es que el Ministerio de Transportes únicamente ha autorizado una conexión diaria a cada compañía con Baleares y ninguna compañía ha mostrado interés en cubrir estos vuelos. Torres relató que únicamente había podido comprar billetes para Madrid para el próximo lunes, aunque ayer no sabía si finalmente volarían. "De todos modo, en el hotel en el que nos estamos alojando nos han dicho que van a cerrar el martes, así que tampoco tenemos a donde ir", reconoció preocupado.

Nuevas medidas de seguridad

El Aeropuerto Tenerife Norte comenzó ayer a realizar los primeros controles de temperatura a los pasajeros de los vuelos procedentes de la Península. Esta medida se tomó a raíz de la entrada en vigor de la orden de restricción del tráfico aéreo que limita a 17 los vuelos diarios con el resto de España y 18 entre las Islas.

El trabajo en el aeropuerto fue ayer muy tranquilo, puesto que el descenso del número de pasajeros redujo también el de trabajos relacionados con estos movimientos. En el caso de los controles de seguridad necesarios para acceder a la zona de embarque, estos continúan realizándose con normalidad, aunque la cifra de trabajadores ha descendido.

En el caso del aeropuerto situado en el municipio de La Laguna, solo trabajaba una de las cuatro cintas de control de equipaje que se encuentran normalmente en funcionamiento. Y solo dos de los cinco trabajadores que normalmente se dedican a estas acciones, puesto que no eran necesarios más efectivos ante la falta de pasajeros.

Los operarios destacaron la buena actitud general de los pasajeros en estos momentos de tensión y confusión. Asimismo, afirmaron que durante las últimas jornadas no se han producido grandes problemas de saturación ni situaciones incómodas, más allá de alguna discusión en las ventanillas de ventas de billetes.