En el pasado pleno de La Laguna se aprobó, con el apoyo de todos los grupos políticos, la propuesta presentada por la concejala del grupo municipal de Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario (CC-PNC), Atteneri Falero Alonso, de finalizar la rehabilitación de la Casa Borges-Estévanez. La moción acordó instar al Cabildo de Tenerife a: primero, que culmine las obras de rehabilitación para su posterior apertura. Segundo, que se realicen las gestiones necesarias para abrir el espacio a los habitantes del barrio y del municipio. Y, por último, que se coordine con el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Participación Ciudadana para definir las actividades y el uso y disfrute del edificio histórico en función de las demandas de los vecinos y vecinas. La institución insular, por su parte, destinó una partida específica de 534.728 euros en los presupuestos de 2020 para la rehabilitación del mencionado inmueble.

El Cabildo Insular de Tenerife en el año 2007 adquirió la casa de 12.000 metros cuadrados, junto al terreno circundante, con la finalidad de conservarla, rehabilitarla y transformarla en un espacio cultural. El inmueble, construido entre 1733 y 1735, fue declarado por el Gobierno de Canarias, en mayo de 2014, Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento. En los últimos años, se procedió por parte del Cabildo de Tenerife a su rehabilitación por fases, en la cual se invirtieron 1,7 millones de euros.

Entre las reivindicaciones de los vecinos de la zona está la apertura de la casona para poder disfrutar de la misma, así como la participación en su funcionamiento y dinamismo. Entre las utilidades propuestas está crear un espacio para la cultura, con un lugar para exposiciones o muestras de arte de los más jóvenes, así como un sitio para dinamizar la zona con ludoteca y biblioteca, espacios con los que no cuenta el barrio de Gracia.

La historia de este monumento canario es muy amplia y completa. Construida por la familia Meade, las personalidades más relevantes que lo habitaron fueron Nicolás y Patricio Estévanez Murphy, dos de los personajes políticos y culturales más sobresalientes del panorama local y estatal del siglo XIX y principios del XX. El primero y mayor de ambos, Nicolás Estévanez, fue militar de carrera y republicano convencido. Llegó a ser ministro de guerra durante pocos meses del año 1873. Con la restauración de la monarquía se exilió en diversos lugares de Europa y América, para volver a Madrid a finales del siglo XIX y continuar su carrera política como diputado republicano. Murió en París en 1914 mientras prestaba servicio al gobierno francés al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Por su parte, el hermano menor, Patricio, fue literato y periodista. Entre los cargos más sonoros fue director de La Ilustración de Canarias, dirigió El Diario de Tenerife y fue consejero electo del primer Cabildo tinerfeño, además de ser también miembro de la Real Academia de la Historia y promotor del hospital de niños propuesto por el doctor Guigou. Murió en 1926 y residió siempre en la casa de Gracia, con mucha vinculación a la cercana ermita homónima.

Otro personaje vinculado al inmueble fue Francisco Borges Salas, uno de los artistas contemporáneos más destacados del Archipiélago y autor de diversos grupos escultóricos entre los que destaca el ubicado en el Parque García Sanabria. La casa acogió las famosas tertulias promovidas por ambos hermanos y en las que participaban habitualmente personajes de la talla de Valentín Sanz, Agustín Guimerá, Ramón Gil-Roldán, Teobaldo Power, Alfonso Dugour y alojó, en determinados monentos, a personajes históricos de la categoría de Berthelot, O'Donell, Blasco Ibáñez o Coquet.

"El inmueble atesora grandes valores patrimoniales, tanto desde una perspectiva histórica como desde el punto de vista arquitectónico, y constituyó un magnífico ejemplo de hacienda rural canaria", recoge la moción aprobada por el Ayuntamiento.