Embárriate ya tiene 10 años de recorrido en diferentes zonas de las Islas Canarias, ahora, este proyecto cívico se estrenará en La Laguna para inculcar y favorecer el asociacionismo como herramienta para la lucha contra la exclusión social, la igualdad, el emprendimiento y el empleo juvenil. La iniciativa se presentó, ayer, en la Casa de los Capitanes de San Cristóbal de La Laguna y se emprenderá en cuatro núcleos: en Bajamar, en Valle de Guerra, en Guamasa y en Polígono Padre Anchieta. Expusieron la idea el primer teniente del alcalde y concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio; la coordinadora del proyecto, Esther González, y la presidenta de la asociación Mojo de Caña, Elena Gil.

En 2020 el proyecto Embárriate tiene como objetivo de atención a la población infanto-juvenil, vinculada a los principios del Plan de Infancia, pero teje a su vez relaciones con los colectivos vecinales y asociaciones de mayores que quieren plasmar mejoras en el entorno urbano. Las primeras sesiones ya se han estado desarrollando, en el caso de Valle de Guerra en torno a la reflexión sobre un espacio público como la plaza principal del pueblo.

La iniciativa retoma una labor que pretende fortalecer el tejido asociativo y comunitario. La propuesta civica cuenta con un educador social de calle, un monitor, un trabajador social, un coordinador de proyecto, un auxiliar administrativo, un técnico especialista en programas europeos y dos voluntarios europeos.

Este proyecto, según aseguró Rubens Ascanio, tiene como propósito "tejer y fortalecer el músculo social" de los barrios y pueblos de La Laguna. "Tiene que ser la propia comunidad, quien de forma autónoma, genere ese músculo comunitario", expuso el edil. Asimismo, añadió que Embárriate se centra "en varios de los lugares en los que hemos detectado una demanda vecinal de acciones de recuperación de los entornos urbanos y humanos. Es fundamental volver a tejer las redes comunitarias como elemento central para abordar la pobreza y la exclusión, este proyecto entra plenamente en esa línea". El concejal señaló que se trata de una iniciativa "que parte de la premisa del trabajo a pie de calle, con los colectivos y entidades existentes en cada territorio, poniendo en valor el fortalecimiento de las redes sociales de cada pueblo y barrio de La Laguna donde se desarrolla".

Esther González aseguró que "se trata de un trabajo de desarrollo comunitario con la infancia y la juventud, sin olvidarnos de una parte muy importante que es la familia. Realizaremos un trabajo intergeneracional con entidades juveniles y de mayores, para que esos jóvenes en situación de vulnerabilidad no repitan patrones", explicó.

Por su parte, Elena Gil afirmó que "el proyecto Embárriate cuenta con un equipo multidisciplinar que actúa en conjunto para ayudar a la realidad que vive la juventud y la infancia más vulnerable". En lo que respecta a la Asociación Mojo de Caña, recalcó que "tenemos un trabajo muy importante en red con muchas entidades a nivel local, nacional e internacional, sobre todo, por los proyectos de voluntariado europeo".