Los vecinos del edificio Dácil, en Bajamar, pueden volver a sus casas. Así lo informó en la tarde de ayer el Ayuntamiento de La Laguna, después de que la Gerencia de Urbanismo notificase la orden de realojo. La comunicación se produce una vez concluido el informe técnico al que se había supeditado el regreso. En este se establece que "la estructura se encuentra dentro de los límites de seguridad que permiten afirmar que en estos momentos la misma línea mantiene su estabilidad, por lo que sería factible permitir el realojo de los propietarios de las diferentes fincas", indicó el Consistorio.

Fue el pasado martes cuando se conoció la orden desalojo inmediato del inmueble, mientras que el miércoles tuvieron que abandonar apresuradamente sus viviendas. Detrás de aquello se encontraba una resolución de Urbanismo ante una situación de riesgo de "colapso estructural", que, a su vez, seguía a un informe de un arquitecto que había contratado la comunidad de propietarios.

El concejal lagunero de Ordenación del Territorio, Santiago Pérez (Avante), explicó ayer que se ordenó el desalojo inmediato del edificio por el citado informe del arquitecto, "cumpliendo con su deber legal y haciéndonos saber, según su propio criterio técnico, la gravedad de la situación por el peligro del posible colapso estructural del edificio si no se actuaba de inmediato". Y añadió: "Ante la contundencia de este documento, nuestra obligación era tomar las medidas cautelares de manera urgente para garantizar la seguridad de las personas".

Pérez abundó en que, "a la vista de aquel informe del arquitecto, la Gerencia de Urbanismo no tenía otra opción, ejerciendo su responsabilidad, que ordenar el desalojo inmediato hasta verificarlo todo".

A partir de ahí, detalló el concejal, la propia comunidad de propietarios encargó un trabajo técnico a la firma Bureau Veritas que fue entregado este lunes, "donde se especifica que el edificio está en condiciones de ser realojado". La nota de prensa remitida por el Ayuntamiento de La Laguna prosigue explicando que, una vez corroborado dicho escrito por los servicios técnicos de la Gerencia, se permite el realojo del inmueble y se ordena que se tomen una serie de medidas preventivas.

"En concreto deberá procederse a la reparación y revisión de todos los pilares dañados, así como a la adopción de las medidas necesarias en aquellos pilares que estén afectados por procesos oxidativos", apuntaron desde el Consistorio. "Asimismo, se procederá a la reparación de las viguetas que se encuentran en mal estado en una de las viviendas, así como en el sótano de uno de los locales comerciales. Además, se establece la necesidad de reparar las fisuras situadas en el paramento vertical y de los enfoscados situados en las fachadas, que se encuentran en malas condiciones de adherencia. También deberá repararse la cara inferior de las losas de hormigón de los balcones y elementos de cubrición en la entrada de los portales", enumeraron.

Junto a todo lo anterior, y como medida cautelar, para evitar el riesgo de la caída de cascotes a la vía y hasta la realización de los trabajos indicados, se procederá a la colocación de un vallado estable y seguro a lo largo de toda la fachada principal del edificio. Hay que agregar que es necesario el apuntalamiento del dormitorio de una de las viviendas, así como de la primera línea de viguetas situadas en el sótano de uno de los locales. Para la realización de estas medidas cautelares se estima un plazo de 20 días, expone la información facilitada desde del Ayuntamiento de La Laguna.

Ubicado en la carretera hacia la Punta del Hidalgo, este inmueble cuenta con 24 casas y cinco locales comerciales. De ellos se encontraban en uso en el momento del desalojo doce viviendas -seis en régimen de alquiler y otras tantas habitadas por parte de sus propietarios- y tres de los establecimientos comerciales.