Los presupuestos del Ayuntamiento de La Laguna para 2020 salieron ayer adelante gracias a los votos del grupo de gobierno (PSOE, Unidas y Avante), mientras que el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) se abstuvieron y Coalición Canaria (CC) se opuso. Se trata de unas cuentas que ascienden a 171.649.624 euros -incluido tanto el Consistorio como los organismos autónomos de Deportes y Actividades Musicales, la Gerencia de Urbanismo y la empresa Muvisa- y que experimentan una subida del 5,66% con respecto a las de 2018, que también fueron prorrogadas a 2019.

El portavoz de CC, José Alberto Díaz, vinculó en el pleno el voto de esta formación a un pronunciamiento del interventor. Después, y a través de una nota, los nacionalista indicaron que un informe de este funcionario "ve visos de ilegalidad". "El grupo municipal de CC ha votado en contra de los presupuestos al advertir de la existencia de un informe del interventor en el que se recoge que se ha producido la eliminación de forma ilegal de un extremo de control interno considerado fundamental", detallaron. Mientras que Santiago Pérez (Avante) entregó un escrito sobre ese asunto en mitad de la sesión plenaria, la nota de prensa sobre las cuentas remitida desde el Ayuntamiento expone que "no existe como tal ningún informe del interventor, sino un escrito interno que ha sido respondido por cuatro informes jurídicos y técnicos municipales que avalan la legalidad del documento presupuestario".

La cita de este viernes arrancó con una intervención crítica del presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Aguere (FAV Aguere), Justo Reyes. El dirigente calificó como un "atentado a la participación" la hora de la sesión -estaba convocada a las 8:00-, y lamentó que a esta entidad no se la haya invitado ni a la presentación de las cuentas. En su alocución estableció un paralelismo con el despotismo ilustrado -"presupuestos para el pueblo pero sin el pueblo", dijo- y se refirió a los "grupos a los que se les llena la boca hablando de participación".

Alejandro Marrero (PSOE), el concejal de Hacienda y Asuntos Económicos, defendió un presupuesto "social, realista y sostenible", y destacó los esfuerzos realizados en ámbitos como el bienestar social, la vivienda, los servicios municipales, las obras, la lucha contra el cambio climático, la movilidad sostenible o la igualdad, entre otros. También agradeció la labor desarrollada por el personal del Consistorio lagunero, y destacó que no se va a incurrir en deuda pública en 2020 ni a subir impuestos o tasas.

El portavoz de Ciudadanos (Cs), Juan Antonio Molina, expresó que este partido optaba por la abstención para no ser "un lastre" para la aprobación. Según dijo, le gustaría "poder participar más" el próximo año, aunque también reconoció la dificultad a la que se enfrentó el gobierno local una redacción en seis meses. Al igual que había hecho Molina, Manuel Gómez (PP) planteó modificaciones que él hubiese realizado.

Por su parte, José Alberto Díaz criticó los cambios de criterio del nuevo gobierno y, en especial, de Unidas. "Existe la Procesión de Madrugada y ahora los plenos de madrugada", apuntó sobre el horario mañanero y lo que planteaba la oposición del pasado mandato. Asimismo, reprochó falta de participación y se detuvo en que el trabajo para lograr una "deuda cero" lo llevó a cabo el anterior gobierno. "Es el presupuesto menos democrático y transparente de la historia de este municipio", añadió posteriormente su compañera Candelaria Díaz, titular de Hacienda entre 2015 y 2019.

Otra de las intervenciones fue de Rubens Ascanio (Unidas), que celebró que después de años hubiese unas cuentas aprobadas antes del 31 de diciembre. Previo receso, las enmiendas de Cs -la única formación política que propuso modificaciones- fueron atendidas. "Ha habido un acuerdo de que trabajaremos en todas y cada una", agradeció Juan Antonio Molina. A partir de ahí, una votación que se saldó con los 14 votos a favor del tripartito local; nueve en contra de Coalición, y tres abstenciones procedentes de concejales del PP y Cs.