Las salvas que tronaron ayer en el cielo de Aguere marcaron el cierre de una mañana de celebración. El casco lagunero cumplió el lunes el vigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio Mundial de la Humanidad y el Salón de Plenos del Ayuntamiento acogió este miércoles la conmemoración de ese acontecimiento. Fue un acto que congregó a representantes políticos de diferentes administraciones y líderes de instituciones locales, y que dejó como conclusión un balance de la historia local y el convencimiento de que, para poder afrontar con garantías el futuro, la ciudad no debe bajar la guardia.

El cronista oficial de La Laguna fue el primero en tomar la palabra durante una ceremonia con cierta solemnidad. "Si hay una ciudad que sea símbolo de la canariedad más acendrada, esa es San Cristóbal de La Laguna", expresó Eliseo Izquierdo, que calificó como un "honor" ser el cronista de una de las quince ciudades Patrimonio de la Humanidad. A su juicio, el de ayer fue "un día destacado", la conmemoración de "un auténtico acontecimiento".

"La Laguna es una ciudad joven que, sin embargo, ha sabido acumular una historia ilustre; una ciudad con renovada fuerza y mayor poderío", sostuvo Izquierdo, y destacó que el reconocimiento recibido en diciembre de 1999 otorgó "vitalidad" a la Ciudad de los Adelantados. "Esta efeméride nos obliga, en especial a los laguneros pero también a todos los canarios, a mirar al mañana más que al ayer", afirmó el historiador y periodista. Asimismo, abogó por "ser críticos y exigentes con quienes tienen en sus manos la llave de estas consecuciones y por apremiarlos a que no se duerman en los laureles y vuelvan a caer en desidias perniciosas".

La concejala de Patrimonio Histórico, Elvira Jorge (Avante), puso de relieve los "valores universales excepcionales" de Aguere, y recordó que el camino hasta alcanzar la declaración como Patrimonio Mundial de la Humanidad fue de unos doce años, desde 1987 hasta 1999. "A partir de ese momento, La Laguna ya no pertenecía solo a las Islas Canarias", señaló en referencia a la dimensión global que desde entonces adquirió esta urbe más de cinco veces centenaria. Además, Jorge se detuvo en los vínculos con Iberoamérica -"San Cristóbal de La Laguna está también allí, en sus trazados, plazas, arquitectura... y hasta en sus corazones", manifestó-, en que fue la primera ciudad colonial no fortificada, en la distribución de sus calles y en su emplazamiento "en un terreno probablemente sagrado para los guanches".

"Esta conmemoración debe servir para recordarnos que tenemos una obligación de proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras este legado, esta ciudad Patrimonio Mundial que desde hace 20 años no es solo nuestra", incidió.

Si Elvira Jorge estaba a la izquierda del alcalde, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), a su derecha se encontraba el presidente del Cabildo de Tenerife, el también socialista Pedro Martín. El mandatario tinerfeño resaltó la importancia de una efeméride que ha supuesto "una aportación importante para poner en valor el urbanismo, la historia, la cultura...". Otro de los planteamientos centrales de su alocución fue sobre la búsqueda de "ciudades más habitables" y acerca de la trascendencia que para ello tuvo la peatonalización del casco. Y es que, dijo, aquel paso permitió "vivir de una manera distinta la ciudad".

"Me gustaría que siguiera siendo un ejemplo para el resto de la Isla y para seguir poniendo en valor La Laguna", expuso Martín, y realizó una apostilla a modo de mano tendida: "Y en eso nos van a tener de su lado". Entiende el dirigente socialista que Aguere "no es solo historia, sino una ciudad moderna y que se enfrenta a retos". A continuación, tocó uno de los grandes puntos de debate en torno a la Ciudad de los Adelantados, como es "conciliar el respeto con el patrimonio y la historia con la necesidad de la modernidad del siglo XXI".

Luis Yeray Gutiérrez mantuvo el tono del resto de intervinientes. "Conmemoramos hoy 20 años de un logro colectivo: el de una ciudad de cinco siglos que supo crecer sin renunciar a la esencia de sus orígenes", apuntó, e hizo énfasis que la Ciudad de los Adelantados "mira al futuro sin olvidar el legado de quienes nos precedieron".

"Si algo hemos aprendido en estos 20 años es que el patrimonio no es un conjunto de piedras inertes ni ruinas marchitas, sino un organismo vivo que debemos recuperar, proteger y habitar", aseveró. "Por eso tenemos que asegurar una gestión integral, eficiente y con recursos, para un uso sostenible tanto de nuestro casco histórico como del patrimonio presente en todo el municipio", agregó.

En su opinión, La Laguna se encuentra ante un "momento inmejorable" para trazar las estrategias de actuación para los próximos años. "Para ello es necesario generar un debate sosegado y abierto, que propicie acuerdos, compromisos y sinergias entre las administraciones públicas y todas las partes implicadas", expuso. Y planteó a renglón seguido: "El objetivo no ha de ser otro que establecer un programa conjunto y co-responsable en materia de protección, conservación y usos compatibles; entre ellos, una estrategia de usos turísticos sostenibles del patrimonio, que permita obtener recursos que garanticen su protección y conservación".

Aunque Gutiérrez defendió que fueron "muchos" los artífices que posibilitaron la declaración como Patrimonio de la Humanidad, destacó el esfuerzo de las sucesivas corporaciones municipales, de los técnicos, de la Fundación Cicop, de entidades públicas y privadas, y de particulares. Y, de una forma especial, afirmó que el "verdadero protagonista de este éxito colectivo" ha sido la ciudadanía.

El descubrimiento de una placa conmemorativa, obsequio del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad -al que La Laguna pertenece-, y la música del dúo compuesto por Miriam y Fernando Cruz marcaron el cierre de una cita en la que también sonaron los himnos nacional y canario.