La declaración de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad no fue ningún regalo. La Ciudad de los Adelantados, una urbe más de cinco veces centenaria, que en su día supuso un cambio de concepto urbanizador, acumula una riqueza patrimonial evidente, fácilmente distinguible incluso a ojos legos en materia histórica. Pero? ¿qué cabría destacar?, ¿cuáles son los tesoros de la ciudad antigua? No es fácil: hay mucho. Para evitar subjetividades, un análisis a los bienes de interés cultural (BIC) enmarcados dentro del área de máxima protección del centro y su área de influencia, la denominada zona tampón, arroja una lista de lugares de obligada visita. De los 28 BIC que, según la web del Gobierno de Canarias, se localizan en el municipio, son 16 los que están dentro del área protegida. Es el caso del exconvento de Santo Domingo, la Casa Anchieta, la Casa de los Capitanes, el convento de Santa Catalina, la ermita de San Miguel, el exconvento de San Agustín, el Hospital de Dolores, la Catedral, la parroquia de La Concepción, la de San Benito, la de Santo Domingo, la de San Juan, el monasterio de Santa Clara, el Palacio Lercaro y el Palacio de Nava. Ahí es nada. Mención aparece merece el casco viejo de forma general, que también es Bien de Interés Cultural.