El edificio de la Mesa Mota, víctima de años de abandono y vandalismo, atisba una salida. La Dirección General de la Guardia Civil ha dirigido al Ayuntamiento de La Laguna una solicitud formal de uso de las instalaciones para realizar allí las prácticas diarias del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS). Según recoge la petición remitida al Consistorio, el recinto también sería utilizado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía, con los que la Benemérita desarrolla entrenamientos mixtos y servicios conjuntos.

El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, apuntó que desde el grupo de gobierno ven la propuesta "con muy buenos ojos", e indicó que están "en contacto directo" con el Instituto Armado para establecer la cesión "más beneficiosa" en lo que a duración se refiere. Además, el político socialista expresó que, de prosperar esta opción, se acabaría con la inseguridad que desde hace años existe en la zona y se pasaría a darle uso a un inmueble que en su día fue destino de una inversión millonaria. Uno de los objetivos del Ayuntamiento de La Laguna es que también la Policía Local pueda utilizar el espacio como lugar de entrenamiento.

El escrito de la Guardia Civil fue recibido el pasado 17 de septiembre y en él se expone que desde el cuerpo tenían conocimiento de que el Consistorio disponía de esta construcción "sin uso y en un estado de creciente abandono y deterioro", así como que "su extensión, distribución y versatilidad" la hacen adecuada para las necesidades de los planes de instrucción del GRS. Asimismo, se argumenta que la presencia de unidades policiales y militares evitaría la ocupación ilegal y que se volviesen a producir daños.

Tras la solicitud formulada, la Gerencia de Urbanismo de La Laguna ha elaborado un informe sobre los usos que caben en la zona, con lo que parece quedar expedito el camino para que estos cuerpos puedan instalarse allí. En particular, el GRS es una unidad que tiene entre sus funciones el mantenimiento, restablecimiento del orden público y colaboración en aquellos casos de "catástrofes naturales, situaciones de riesgo y calamidad pública".

La historia de este edificio acumula años de problemas y de proyectos que no han logrado salir adelante, si bien en su día recibió una inversión de varios millones de euros. El resultado ha sido el deterioro progresivo de la instalación. La última de las iniciativas barajadas para resucitarla había llegado en el verano de 2018, cuando el por entonces alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, avanzó que desde el Ayuntamiento estaban estudiando un proyecto de formación e innovación.

Freno al 'cruising'

Se da la circunstancia de que el mal estado de la construcción no es el único problema. Hace años que la desconchada carretera que conduce hacia el área recreativa en la que está enclavado el inmueble se convirtió en un lugar muy frecuentado para el denominado cruising, la práctica de relaciones sexuales en espacios públicos entre desconocidos, hasta el punto de que se tuvo que colocar una valla en la vía y cerrarla durante la noche. No obstante, la situación en horario diurno continúa siendo la misma.

Que unidades policiales y militares tuviesen sede allí, con el siguiente tránsito de vehículos de estos cuerpos, previsiblemente disuadiría a quienes acuden en busca de esos encuentros, que chocan con el uso de ocio y familiar al que está encaminado el espacio. Además, este también ofrece en su parte baja, tras haber sido restaurado forestalmente lo que fue un circuito de motocross, un lugar óptimo para el paseo, el deporte y respirar aire puro.