Los alumnos del Colegio Mayco realizaron un recorrido por México y sus tradiciones sin salir de La Laguna. Después de haberse acercado a este país en el aula, completaron sus conocimientos con una visita al Consulado Honorario de México en Santa Cruz de Tenerife, ubicado en el entorno de La Concepción, en el casco lagunero. Incluso pudieron saber un poco más del Día de Muertos, una cita que se celebra en estas fechas.

Según explicaron desde el Consulado, la iniciativa surgió una vez que el centro docente contactó con ellos porque cada año trabajan acerca de un país y después celebran una semana cultural, en la que desarrollaron diferentes actividades sobre la zona y hasta degustan su gastronomía. Allí los recibió la cónsul, María de los Ángeles Baca, que les explicó quién era y qué es un consulado. "Nos sorprendió lo muchísimo que sabían de México porque lo habían trabajado con sus profesores; como ejemplo, la cónsul tenía un libro de Diego Rivera en su despacho y rápidamente lo identificaron", apuntaron desde la entidad. "Los niños tenían mucha inquietud y ganas de saber cosas de México", manifestaron.

Concretamente, el Consulado lo visitaron 57 estudiantes de Primero y Segundo de Primaria. Tras un vídeo en el que iban identificando alimentos y enclaves del país pasaron a una presentación sobre la tradición del Día de Muertos. "Es una fecha en la que en las escuelas, familias y trabajos se hacen altares para venerar a esas personas que ya no están con nosotros; es un día de recuerdo y siempre se les pone su comida favorita, su bebida preferida y otra serie de elementos, como la sal, las flores, las velas, las calaveritas, el pan de muertos", expusieron.

Precisamente esos datos les fueron explicados a los menores. "Los llevamos a una sala donde teníamos montado un altar de muertos y les pedimos que nos ayudaran a identificar los elementos que habíamos estado viendo en el vídeo anterior; sin embargo, nos faltaba el camino de flores", comentaron, antes de añadir que los alumnos realizaron un taller de flores de papel para crearlo.

El altar lo centraron en un personaje del filme Coco, que los pequeños ya habían visionado. "Era Ernesto de la Cruz, el malo de la película, y les dijimos que ya se portaba bien", señalaron sobre los pormenores de una jornada que culminaron degustando el pan de muerto, típico de estos días en México, y con la entrega de diplomas por su participación.