Considera Josefa Santiago, uno de los rostros más conocidos del colectivo gitano en Tenerife, que la mujer de esta comunidad "es madre, hija, esposa..., todo menos ella misma". En torno a esa circunstancia gira el Centro de Apoyo Integral al Pueblo Gitano Kamira, un proyecto que, desde hace unos meses y a través de una oficina en La Cuesta, brinda apoyo a las féminas de esta etnia y a sus familias. "Sobre todas las cosas queremos empoderar a las mujeres para que tengan una vida más autónoma y un trabajo digno", sintetiza Santiago, presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Romí Kamela Nakerar, entidad que ha puesto en marcha la iniciativa.

"Estamos llegando a la cruda realidad de la mujer gitana y su entorno", expresa Josefa Santiago, que recibe el apoyo de la trabajadora social Yurena Barroso y de la estudiante de Antropología Acoraida Cardona. "Estamos ayudándolas con los libros de los niños, a que ellas mismas puedan ir a las administraciones públicas y rellenar sus papeles, concienciándolas de la importancia de que sus hijos vayan al colegio...", continúa sobre los objetivos.

Asimismo, destaca que es la única sede de esta naturaleza en toda Canarias y que esperan llevarla al Sur de Tenerife y a la provincia de Las Palmas. "Es muy importante que se siga manteniendo; es un puente para ellas", indica con la vista puesta en el futuro y en la necesidad de financiación. Actualmente realizan su labor con fondos de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias, un área a la que agradece -tanto a sus anteriores responsables como a los actuales- "su gran apoyo y las ganas que siempre ha tenido de que esta oficina salga para adelante". Además, menciona el trato que han recibido del actual alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y de los concejales Rubens Ascanio, Yaiza López e Idaira Afonso.

SOS económico

Los cálculos de Santiago son que contaban hasta hace un mes con unas 100 familias asociadas a este proyecto. "Aunque estamos empezando vamos viendo más demanda de la que en un principio teníamos", manifiesta Yurena Barroso, que lleva años dedicándose al ámbito del desamparo, menores o el acogimiento familiar, entre otros. "Nuestro proyecto finaliza en diciembre y queremos continuar el próximo año", señala. "Les pido desde aquí a todas las administraciones públicas que, por favor, no dejen que se muera este proyecto; yo lucharé con uñas y dientes para que siga adelante y llegue a otras islas", completa Josefa Santiago esta especie de SOS económico.

La perspectiva de Yurena Barroso es que la oficina constituye un "punto de apoyo y orientación" para el pueblo gitano. "Observamos las necesidades que tienen las familias e intentamos derivarlas a los recursos del municipio", detalla. "Hemos tenido ya reuniones con las trabajadoras sociales de zona de los Servicios Sociales de La Laguna para que conozcan nuestra labor y para que puedan trabajar conjuntamente", agrega. "Lo que estamos viendo es que las familias gitanas tienen muchísimas dificultades en distintos ámbitos de su vida que para el resto de la población a veces parecen estar asegurados, pero que para ellas no", expone, por su parte, Acoraida Cardona, que fue la encargada de diseñar la acción y que ha venido desarrollando allí una tarea de campo para su proyecto fin de carrera.