El Ateneo de La Laguna atesora una historia de 115 años de cultura, libertad y tolerancia. Fundado el 15 de noviembre de 1904 por el poeta José Hernández Amador, esta emblemática institución lagunera ha resistido los vaivenes del convulso siglo XX y las dos primeras décadas del siglo XXI sin perder su condición de auténtico faro cultural.

Uno de sus presidentes más recordados, el escritor Alfonso García-Ramos ya destacó que "el Ateneo fue admirado y perseguido por los poderes públicos, según el sesgo ideológico de cada momento, pero afirmó siempre su independencia ideológica y artística, dando permanente lección de convivencia y ciudadanía". Una postura valiente que no siempre fue fácil mantener.

El Ateneo se define en la actualidad como una entidad que "promueve y fomenta la cultura en todas sus formas y expresiones, desarrollando y defendiendo las iniciativas públicas y privadas, propiciando el estado de opinión y el debate permanente en cuestiones referidas al campo científico, al artístico y al humanístico, sin adscripciones a ideologías, con una postura de respeto, independencia y tolerancia".

Se presenta como un espacio con las puertas abiertas a quienes interese cualquier manifestación cultural que se desarrolle en sus instalaciones, como conciertos, lecturas, conferencias, exposiciones o proyecciones.

Su historia está ligada a nombres ilustres de la cultura canaria como Leoncio Rodríguez, Adolfo Cabrera Pinto, Patricio Estévanez y Murphy, Francisco González Díaz, Benito Pérez Armas, Alonso Quesada, Domingo Cabrera Cruz, Ángel Guimerá, Antonio Zerolo, Pedro Pinto de la Rosa y Luis Rodríguez Figueroa, Eloy Díaz de la Barreda, Fernando y Alfonso García-Ramos, Arturo Maccanti, Luis Álvarez Cruz, Eduardo Westerdahl, José Peraza de Ayala, Pedro González, Juan Manuel García Ramos, Juan José Delgado, Cecilia Domínguez, Mariano Vega, Elsa López o Gilberto Alemán.

Entre las paredes del ateneo se han celebrado infinidad de actos culturales como los Juegos Florales y Fiestas de los Menceyes, a los que asistió el poeta grancanario Tomás Morales; exposiciones de artistas como Manuel Millares; sus premios de poesía y novela; los congresos de poesía, cultura y teatro de Canarias; los primeros encuentros de narrativa de las Islas; la creación de la revista Cuadernos del Ateneo en 1996, o infinidad de conferencias y tertulias. Tras el incendio de ayer, tocará resurgir sobre los sólidos cimientos que dan 115 años de historia y compromiso. Para colaborar desde ya en su reconstrucción, bastaría con solicitar el alta como socio y abonar una cuota de apenas 6 euros al mes.

En 1907 y 2004 se produjeron dos hitos en la historia del Ateneo de La Laguna. A principios del siglo XX en su fachada ondeó durante un tiempo la primera bandera conocida que representó a todo el Archipiélago, la llamada bandera del Ateneo de La Laguna, que luego sería asumida por el PNC. Y ya en el siglo XXI, el presidente del Gobierno regional Adán Martín concedió a esta institución la Medalla de Oro de Canarias.

Aquella bandera con fondo azul y siete estrellas blancas colocadas en la posición que ocupan las Islas Canarias en el Atlántico tuvo que retirarse poco después "para evitar males mayores", pero quedaría para siempre ligada a la historia de los símbolos del Archipiélago.

El 19 de mayo de 2004 se concedió la Medalla de Oro de Canarias al Ateneo por tratarse de "un referente de sociedad abierta y solidaria en Canarias" que "desde su nacimiento se ha caracterizado por liderar un espacio cultural donde ha imperado la libertad de opinión, desarrollando una intensa actividad en la que han tomado parte las más altas personalidades del ámbito de la vida cultural y social".

La primera bandera y la medalla de oro de Canarias